Capitulo 5.

160 17 6
                                    

Pasaron los dos días en los que Jae empezó a cuidarme excesivamente, no salimos para nada y comíamos en el hotel, cuando me bañaba él salía de la habitación para "darme privacidad", y poco conforme con eso cuidó que no tuviera un celular. No entendía nada , cada vez que quería preguntarle algo me dejaba tonto coqueteandome, me tenía nublado por su belleza. Lo que más me desconcertó fue el hecho de que aún no teníamos sexo, ni siquiera nos habíamos besado.

Cuando llegó el momento de empacar para irnos a Geoni llegó con dos maletas.

—Mira, aquí puedes guardar tu ropa.

Bueno, no lo culpaba, hasta a mí me daba pena andar con mis bolsas en estos lugares. Al abrirlas encontré un hoddie jodidamente grande junto con unos lentes de Sol y un cubrebocas.

—¿Y esto?.

—Es para que lo uses cuando nos vayamos.

—Jae ¿No piensas que me estás comprando muchas cosas?.

—¿De qué hablas? Esto no es nada, solo quiero que te sientas cómodo.

No estaba cómodo, todo era extraño y no me iba por estúpido. Este era el hombre más hermoso que me había hablado en toda mi vida, bueno a excepción de ese nene en la feria de mi antigua ciudad; además estaba muriendo porque me tocará de una maldita vez, lastimosamente el orgullo no me permitía pedirle que me hiciera suyo. Tal vez el cuestionarlo lo hizo recapacitar un poco y por eso desacelero.

Al día siguiente en la madrugada después de vestirnos con los lentes de sol y el resto del disfraz, nos subimos en su camioneta para ir a la nueva ciudad que no conocía.

—Bien Nakamoto, está vez reserve en un campamento, algo más simple —menciono mientras tenía la mirada fija en el camino—. Podemos estar ahí todo el tiempo que quieras.

—Jaehyun ¿Por qué nos ocultamos? Quiero decir, cuando salimos.

—No nos ocultamos. Mira entiendo que estés confundido, la verdad es que me gustas Yuta y quiero que vayas conmigo a todos lados pero hay ciertas cosas que aún no te puedo decir.

Dijo mucho pero a la vez no dijo nada, me dejó igual o peor de confundido. La razón por la que lo seguía era porque su aura me atraía, no lo conocía pero quería saber todo de él, nadie me había provocado ese sentimiento jamás.

Me dormí en el trayecto y en un punto percibí una mano tocando mi hombro sacudiéndolo ligeramente.

—Yuta ya llegamos.

Me desperecé mirando por la ventana encontrándome con el tronco de un árbol. Bajando del coche caminé para observar el lugar, era un bosque, había una cabaña grande en el centro de todo con un cartel que decía "REGISTRO"; podía ver otras cabañas un poco más chicas a lo lejos, cada una tenía un asta de la cual ondeaba una bandera roja.

—Nuestra cabaña es la número dos.

Sacamos las maletas apresurados.
Es cierto que Geoni era una ciudad e ignorando este dato Jae había preferido traerme a una reserva, perfecto. La cabaña era muy acogedora, tenía una sala, cocina, dos cuartos y un baño; supongo que eso era lo que Jae consideraba "simple".

—Seguiremos durmiendo juntos Yuyu.

—¿Yuyu?.

—Se escucha tierno ¿No? Te describe bien.

Jamás le había generado ternura a alguien, la mayoría de los hombres gay que había conocido me describían como una persona sexy segura de si misma, quien diría que ahora mismo me encontraba con un individuo de 1.80 metros acariciando mi cabeza como si de un perrito se tratase, era la primera vez que se comportaba particularmente cariñoso.

—Me gustas mucho.

Se inclino poco a poco hasta que nuestras caras estuvieron a la misma altura, coloco sus labios sobre los míos y me beso, finalmente me beso.

Besaba tan bien, podía sentir la humedad fría de sus labios, el sabor a menta inundo mi boca cuando metió su lengua y la frotó contra la propia. El beso empezaba a subir de tono, sus manos bajaron de mi cabeza a mi cintura aferrándose a mi, las mías subieron instintivamente a su cabeza empezando a pasar mechones de pelo entre mis dedos.

—Jae...

—Yuta hazme tuyo.

Sí, escuché bien. El hecho de que Jaehyun quisiera ser tomado por mi no era un problema, aún así, ciertamente me había tomado por sopresa.

Continuó besándome, pasando una mano por mi abdomen encima del hoodie mientras la otra seguía en mi espalda baja.

No iba a desperdiciar la oportunidad que él me había ofrecido y baje ambas manos a sus glúteos, moldeandolos a mi antojo sobre sus shorts, me empezaba a excitar en extremo la sensación de un trasero trabajado acompañado de los gruñidos que Jae comenzaba a producir.

Tome más confianza para explorar el cuerpo ajeno, pasando mis manos por toda su espalda, me aventure a tocar debajo de la ropa encontrando gran musculatura, desde el primer día había notado su cuerpo tonificado y hasta ahora podía reclamarlo cómo mío con mis toques.

Jae continuaba en mi boca, sus labios eran tan suaves, pasaba su lengua por todos lados haciéndome sentir más deseo.

Dejé sus labios para bajar a su cuello chupando y lamiendo su manzana de Adán subiendo al lóbulo mordiendolo, así comencé un vaivén en el que, extaciado, sentía su colonia olor vainilla que tanto me había cautivado desde el principio junto con el sabor dulce de su piel.

Busque sus labios de nuevo teniendo una batalla de lenguas que cambiaba de boca a boca. Nuestra respiración comenzaba a agitarse siendo lo único que se escuchaba en la cabaña. La ropa me estorbaba y yo quería verlo sin tapujos.

—Quitate todo. —demandé.

Se separó, comenzando a retirar el suéter ancho quedando en una playera y shorts.

—Dije todo.

En su mirada no había más que exitacion, podía notar que le gustaba que le hablarán así. Al parecer era una persona autoritaria pero en la cama le gustaba ser sumiso.

Quito su playera junto con la prenda inferior, solté un suspiro cuando descubrí que no llevaba ropa interior, su miembro ancho y rosa, no tan largo, salió a la luz; la vista mejoraba aún más conforme subía mi mirada.
Su abdomen, pecho y brazos musculosos se mostraban ante mi con orgullo.

Verlo completamente desnudo hizo que mi pene palpitara aumentando el tamaño de la erección.

No podía quitar los ojos de él, su hermoso rostro con un aire de ego y sensualidad mezclados, acompañados de su espectacular cuerpo y su masculinidad erguida se harían mi droga.

Caminó unos pasos hasta quedar justo frente a mi, comenzo a agacharse quedando completamente de rodillas.

Quité mi hoodie lo más rápido posible para ver sus movimientos con claridad, yo no llevaba nada debajo del pesado suéter, quedando así completamente desnudo de la parte superior.
Me observó con un sonrojo en las mejillas, su mirada cayó en mi tatuaje de mariposa que estaba arriba del hueso pélvico, me beso el abdomen pasando la lengua por mis tatuajes, chupaba, besaba y mordía todo a su paso.

—Ah Jae.

Ahora mismo tenía a un Jaehyun arrodillado frente a mi, desde arriba podía ver cómo se sostenía sobre ambas manos posicionadas entre sus piernas mientras estás ultimas estaban totalmente dobladas hacia atrás consiguiendo que parte de sus bolas y perine rosara con la alfombra de la habitación.

Aún con su boca en mi estómago desabrochó el pantalón bajandolo junto con los boxers, mi polla brinco golpeando mi abdomen y rebotando en sus labios desestabilizandolo un poco.

—Dios mío Yuta.

Subió una mano tomando mi dureza empezando a masturbar muy lentamente, por fin alguien ajeno me tocaba. Me masturbaba poco a poco sin quitar la mirada de mi miembro, se sentía tan bien que incline mi cabeza para atrás disfrutando de su delicadeza.
Comencé a sentir humedad en la punta y pronto su boca rodeo lo más que pudo de mí, su lengua pasaba a la vez por toda mi extensión.

—Sigue...

POISON BREATH.- YujaeWhere stories live. Discover now