capítulo 33. Cumpleaños de Ray (primera parte)

9.2K 476 1
                                    

Una semana después...

Mariela se levantó muy temprano esa mañana, era el cumpleaños de Ray y quería sorprenderlo con la tarta de chocolate que tanto le encantaba y que había tenido que esconder la noche anterior en la nevera para que él no la viera, encendió las velas fue a la habitación y le canto el feliz cumpleaños. Cuando apago las velas y pidió el deseo que Mariela le había insistido que debía pedir lo que pensó fue <<deseo que pasar toda mi vida al lado de Mariela>>. Después tomo un poco de tarta con el dedo y se lo embarro a Mariela, ella rio después tomo un pedazo de pastel y se lo embarro a Ray.

—Cariño esto es la guerra.

El cuarto de los dos acabo hecho un asco pero no les importo. Ambos ya lo limpiarían después. Se metieron a bañar e hicieron el amor en la regadera.

—Amor ¿de verdad tienes que ir a la oficina?

—Si pero solo es un rato.

—Está bien. Ray termino de vestirse, le dio un beso a Mariela y se fue a la oficina.

Mariela espero a que el coche se alejara y llamo a Ana.

—Hola Ana. Ray acaba de salir al trabajo.

—Ese hijo mío ni siquiera el día de su cumpleaños deja de trabajar.

—Si es cierto. Ana la casa esta despejada creo que ni siquiera recuerda que es hoy cuando llega se hermano Dante.

—Le va a encantar verlo. Te he dicho lo feliz que me siento de que seas tú quien este con mi hijo no como esa mala mujer.

— ¿Te refieres a una ex de Ray? Ana.

—Si pero...

—Leonel hablo también de ella.

— ¿Si?

—Bueno solo la menciono igual que tú acaso es la que lo dejo por otro y después de que ella tuviera varios abortos quiso regresar con él.

— ¿Te lo contó Ray?

—Si solo que no me dijo su nombre.

—Se llama Esmeralda pero no te preocupes ella ya no es un problema. Mejor dime ¿te dijo Ray a qué hora regresa a casa?

—No pero conociéndolo vendrá a eso de las dos de la tarde.

—Dante, Marcela y los pequeños Clinton y Olivia llegan a las doce del día, Roberto ira a buscarlos al aeropuerto y los llevará directamente a tu casa, yo paso por el pastel de chocolate y lo llevo. A eso de las doce y media estoy en tu casa para ayudarte a arreglar la casa.

—Estupendo Ana aquí los espero.

<<Tengo la inquietud de como será Dante, cuando fui a la casa de Ana y Roberto no mire ninguna foto ni de él ni de su familia pero bueno en unas pocas horas lo sabré>>.

12:30 p.m.

Segundos después de que tocaron el timbre Mariela abrió y se llevó una enorme sorpresa al ver a ¿Ray? Junto con Ana y Roberto.

—Mucho gusto mi nombre es Dante. Dijo aquel hombre idéntico a Ray. —Veo que mi hermano no te dijo que éramos gemelos.

—Yo... Este... No... Pero es que eres él. Nunca había conocido a dos hermanos que fuesen físicamente iguales. Por cierto soy Mariela. Dijo cuándo dejo su confusión a un lado. —Pero pasen.

—Te presento a Marcela mi esposa y a mis hijos Clinton y Olivia.

—Un gusto. Dijo Mariela sonriendo.

Mariela le dio un beso y abrazo a Ana y Roberto y los acompañó hacía la sala.

— ¿Quieren algo de beber?

—Un vaso de agua por favor. Dijo Dante.

— ¿Tienes coñac? Preguntó Roberto.

—Por supuesto papá. Él sonrió.

Ray le había contado a Roberto que el papá de Mariela las había abandonado a Nancy y a ella. El día en que se habían conocido él le había dicho: me gustaría ser ese padre que tanto te ha faltado y adoptarte como una hija más. Mariela había estado a punto de llorar le dio un abrazo y un beso y dijo que estaría encantada de tener un padre como él.

— Olivia, Clinton ¿quieren soda?

— ¡Sí!

—Si me muestras donde está la cocina yo podría ayudarte Mariela. Dijo Marcela.

—Es por acá.

Mariela saco varios vasos de los gabinetes y comenzó a servir en ellos la soda. Dejó uno a parte para el coñac de Roberto.

—La misma impresión que tuviste tú al ver a Dante hoy es la que tuve yo cuando comencé a salir con él y me presentó a Ray.

— ¿De verdad?

—Si pero cuando los tratas sabes que no son iguales. Ray es más lindo, más detallista y Dante es como todo lo contrario.

— ¿No es detallista?

—No todo lo que yo quisiera pero lo amo y me hace inmensamente feliz el poder estar con él compartiendo mi vida.

—Te entiendo perfectamente, como dices Ray es muy detallista pero tiene un solo defecto y es que es adicto al trabajo quisiera que se tomara un tiempo pero esto no es posible por ahora.

— ¿Y cuantos meses de embarazo tienes Mariela?

—Cinco.

—¿Cómo te has sentido?

—Con mucho sueño y los pies se me hinchan demasiado, pero también me siento increíble con Agy dentro de mí.

— ¿Agy?

—Va a ser niña y le pondremos Ágata pero Ray y yo le decimos Agy de cariño.

Citas con el jefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora