Capítulo único.

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Ship principal: Gordoni.
2410 palabras.

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La comisaría era un completo caos; agentes entrando a comisaría de aquí para allí, las mesas llenas de papeleo que nadie cubría, miles de denuncias sin investigar...

Y todo esto para el comisario Gordon, solo era más trabajo.

Nunca había sido de irse de vacaciones pero se lo estaba comenzando a plantear, aunque dejar a cargo la comisaría a alguno de sus agentes junto con el regreso de algunas de las mafias más importantes del país no era buena idea.

Y ahí se encontraba el comisario, rodeado de miles de papeles que tenía que firmar ya que era el máximo superior.

- ¿Mucho trabajo, capullo? - preguntó una ronca voz a su lado.

El comisario subió la mirada hasta encontrarse con aquellas opacas gafas que no le dejaban ver los ojos del ex-superintendente de la ciudad de "Los Santos"

- Pues si la verdad, ya que nadie lo hace pues me toca a mí - se echó hacia atrás en la silla y suspiró. - ¿Y Gustabo?

- Anda haciendo el anormal con las princesitas de comisaría, vendrá en un rato - informó el más mayor mientras metía las manos en sus bolsillos y se disponía a irse de aquella sala.

El comisario por "hacer el anormal" ya sabía a lo que se refería, Gustabo últimamente se ponía a coquetearles a los delincuentes e incluso a tocarles los brazos diciendo "Estás mamadísimo, ¿Qué vas al gimnasio?"

- ¿Ya acabó tu turno? - preguntó recibiendo un asentimiento con la cabeza - Entonces puedes retirarte, digale a Gustabo que cuando pueda venga a buscarme que tengo que hablar con él de unas cosas de un caso.

- Como quieras - respondió el más alto y giró sobre si mismo para dirigirse a vestuarios a cambiarse de ropa.

El comisario por quinta o sexta vez en el día suspiró mientras regresaba a su postura inicial y volvía a firmar los papeles que tenía en el escritorio.

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Media hora más tarde el comisario ya tenía firmados la mitad de los papeles en tiempo récord, por lo que se permitiría un pequeño descanso en el que aprovecharía para charlar con cierto rubio.

- ¿Me estabas buscando? - y como si le estuviera escuchando, apareció el rubio de sus pensamientos.

Gordon subió su mirada hasta aquellos penetrantes ojos azules que le observaban esperando una respuesta.

- Claro, tenía que hablar contigo - se levantó de la silla haciendo girar esta tras levantarse - Vamos a mi despacho a hablar más tranquilos - caminó hacia su despacho.

- De acuerdo - sonrió el de camiseta lila mientras seguía al comisario detrás suya - ¿Y de qué querías hablar?

- Del caso de los payasos - disimuló su sonrisa y al llegar al despacho le abrió la puerta al contrario y le dejó pasar para después pasar tras de si y cerrar la puerta con pestillo.

Estaba claro que no iban a hablar solamente de un caso.

- Y bien - se giró hacia el de ojos verdes esmeralda los cuales se encontraban muy cerca suya - ¿De qué querías hablar? Por que querías hablar, ¿No?

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