PROLOGUE

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Múrmansk, Rusia. 2004

-Vamos Amelia, es hora de irse a la cama.- Se escuchó la voz de Anthony Stark.

- Pero papá, todavía le queda un rato a la película. No pienso irme a dormir sin saber si Wendy por fin de dará un beso a Peter.- Respondió en forma de berrinche una Amelia de 8 años.

-No Amelia, mañana podrás seguir viendo la película. Aparte mañana tenemos que despertar temprano, esta ciudad tiene paisajes muy hermosos, como para que una niña está viendo Peter Pan en vez de disfrutar la vista- La voz del mayor resonó por la habitación.

-De acuerdo.- Amelia se levantó del sillón con lentitud para después dirigirse a su habitación.
...

-¡Papá, estoy lista!- El grito de la pequeña retumbo por la pequeña cabaña en la que los Stark se quedaban.

Los pasos de Tony subiendo las escaleras de escuchaban cada vez más cerca. Abrió la puerta de la habitación donde se quedaba la menor.

-Bien pequeño monstruo, a dormir. Descansa y que sueñes, con los angelitos, o sea sueña conmigo.- Soltó una pequeña risa.

-Buenas noches, papá.- La voz de Amelia ya se escuchaba cansada.

Tony dejó un beso en su frente, apagó la pequeña lámpara en el buró y sin más se retiró de la habitación cerrando la puerta con cuidado. Bajo las escaleras y se dirigió a la sala de tele, escogió una película pero al poco tiempo se quedó dormido.
...
-Amelia- Una voz en susurro hizo que la pequeña despertara de golpe.

Abrió los ojos, no tenía idea de que hora era, la hora no pasaba más de las 3 am. La habitación estaba cubierta en oscuridad, excepto por la ventana a su derecha, en la cual apenas se podía ver una luz morada parpadeando.

-Amelia- Esa voz no paraba de decir su nombre, era como si la estuviera llamando o guiando.

Ahí fue cuando la curiosidad invadió su cuerpo, se bajo de la cama y con mucho cuidado se dirijo a la puerta esperando que la madera no crujiera tan fuerte como para levantar a su padre. Bajo las escaleras con extremo cuidado, llegó al comedor pero la luz morada ya no estaba, volteo hacia la cocina y desde el ventanal se podía divisar no solo la luz, ahora era como un Aura o una especie de camino. Recorrió el ventanal y salió, al sentir sus pies tocar el pasto y la tierra húmeda, un escalofrío recorrido su cuerpo. Decidió seguir al aura. Comenzó a caminar, mientras más caminaba una luz morada se iba haciendo cada vez más y más fuerte.

Dudó si en seguir o regresar a la cabaña, pero cuando volteo se dio cuenta que solo veía árboles y árboles, estaba perdida. Esto no le dio más opciones que continuar con su camino.

Cuando por fin llegó al final del aura, se percató que había una especie de gema violeta, esta era muy brillante. Se acercó a la gema, daba pasos lentos pero con seguridad. La gema estaba a unos cuantos centímetros de su cara, había algo en su interior y subconsciente que le decía que la tocara, y como si su cuerpo no la obedeciera la tocó.

Sintió un gran escalofrío y una carga extrema de energía, pero a los pocos segundos, Amelia cayó al suelo inconsciente.
...

-¡AMELIA! ¡AMELIA!- Los gritos del señor Stark invadían los oídos de Amelia y los de todos los presentes en el lugar.

-¡Bien, recuperamos en pulso!- se escucho una voz masculina.

- Ritmó cardiaco en 101 y oxigenación en 95.- Una voz femenina pasó por los oídos de la pequeña.

Amelia no entendía nada de lo que pasaba. Lentamente abrió sus ojos, al abrirlos una luz blanca la cegó, pero a los pocos segundos recuperó la vista. Cuando por fin pudo ver lo que pasaba, se dio cuenta de que estaba en un laboratorio, había doctores y enfermeras alrededor de ella, volteó a su derecha para encontrarse con la mirada preocupada de su padre.

-¿Qué está pasando?- preguntó la menor.

AMETHYST || Pietro Maximoff x fem oc PAUSADAWhere stories live. Discover now