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Ꮺ ָ࣪ capítulo O2 𓂃

-¿Tú crees que Jeno está bien, Mark? -

Haechan llamó la atención del pelinegro mayor, que engullía como si no hubiese un mañana ramen instantáneo y le prestaba poca atención a algo que no fuese su comida.

Levantó la vista cuando su mejor amigo le llamó, y el pelinaranja le apuntó a Jeno con unos de sus palillos mientras levantaba una ceja. Mark se fijó, con la boca llena, en Jeno, quien miraba un punto muerto entre ellos dos, con un envase de arroz con kimchi a medio comer y tan ensimismado que Mark por un momento pensó que estaba durmiendo, ya que no le veía los ojos por el largo cabello.

Pero Jeno, lento como una tortuga, tomó entre sus palillos un poco de arroz y lo subió lentamente hasta la altura de su boca, intentando comerlo, pero antes de siquiera llegar a sus labios, el arroz se había escurrido hasta el envase nuevamente, parte de la mesa y de sus pantalones, y Jeno ni si quiera había puesto los palillos en su boca cuando ya había masticado.

Mark miró a Haechan, masticando todo el ramen que tenía en la boca antes de hablarle.

-Sí, claro que sí. - Mark asintió, con los ojos abiertos y volviendo a su comida, esta vez para llevarse un par de salchichas a la boca.

Haechan miró a Jeno por dos segundos más, el azabache ni cuenta se había dado de que el arroz había caído a su pantalón, pero tal vez estaba tan acostumbrado a Jeno con su torpeza, que se encogió de hombros y se llevó una porción de fideos a la boca, sin dejar de mirar con una sonrisa tierna la actitud del más alto, escuchando a duras penas a Mark y respondiéndole con monosílabos.

Jeno, mientras tanto, se sentía tan ensimismado que las voces de sus dos mejores amigos se escucharon tan lejanas para él, como pequeños murmullos indescifrables.

¿Por qué carajos ese tal Jaemin le había dejado tan mal? Jamás le había pasado anteriormente, ni si quiera con sus ex-novias y ex-novios.

Y Jeno realmente no lo entendía, no entendía por qué había encontrado tan bonito a Jaemin, cuando no era para nada su tipo. Jaemin era casi tan alto como él, lo había comprobado cuando el chico le extendió la mano y notó que era alrededor de uno o dos centímetros más bajo que él, mientras a Jeno le gustaba apoyar la barbilla en la cabeza de sus parejas cuando les abrazaba.
Jaemin tenía las manos más grandes que él, cuando a él le gustaba envolver la mano contraria al entrelazarlas.

Jaemin era un hombre, y Jeno nunca antes había sentido todo eso tan rápido por un hombre, ni tan profundo, con sólo haberlo visto diez minutos. Ni si quiera con una mujer había caído tan rápido.

Jeno sacudió la cabeza, saliendo de sus pensamientos al sentir como algo impactaba contra su mejilla derecha. Fijó su vista en Haechan, que, con una ceja arqueada y una uva en la boca, le miraba extrañado, mientras tanto, Mark se engullía tres de las uvas que Haechan tenía en la mano de una, aspirándolas desde su propia mano como una aspiradora.

-¿Qué pasó? - Preguntó extrañado, y mirando como sus dos amigos rodaban los ojos. Mark le apuntó con uno de sus palillos sus propios pantalones. Y él, bajando la vista, quiso realmente golpearse el rostro hasta sacarse un diente al ver su pantalón favorito manchado con el aceite del arroz.

-No sé, dinos tú. - Lee mayor se encogió de hombros, recibiendo un golpe de Haechan cuando volvió a robarle una de sus uvas. -Estás más raro de lo normal.

Lee asintió. Y Jeno negó con la cabeza mientras tomaba una servilleta y se quitaba los granos de arroz de su pantalón con cuidado e intentaba limpiar la pequeña manchita, rindiéndose al cabo de unos segundos al darse cuenta de que sólo saldría si su madre lo metía a la lavadora.

Miró su teléfono por curiosidad. Percatándose de que ya eran más de las cuatro de la tarde.

Jisung.