Sí, mírate, chico, te inventé.
Tus zapatillas de tenis Gucci huyendo de tus
problemas.
Cardio bueno para el corazón.Se imaginó a alguien así, para poder decirle lo bello que era y subirle su autoestima todos los días con palabras bonitas.
Pero Soobin tampoco se quedaba atrás, él también tenía a una persona en su cabeza, esta coincidía cada vez más con Yeonjun, alguien que lo escuchará, que supiera que decir en el momento correcto, alguien que no abandona.
- Estás equivocado, si yo digo que cantas bonito es porque es verdad, no creas en lo que dice la gente.
- A pesar de nunca haberlo escuchado sentía que no era necesario.
- Gracias por acompañarme.
- No es nada, sentí que no querías estar solo y que necesitabas compañía.
En eso la puerta se escuchó, taehyung se iba a ofrecer a abrir pero Soobin fue más rápido.
Se paró del sofá y fue a abrir la puerta, trás esta se encontró con alguien a quien no quería ver.
- Qué haces aquí? - puso una mirada seria y fría. - Puedo pasar?
- No, responde mi pregunta, como te atreves a venir aquí después de lo que hiciste?
- Sólo quiero disculparme - tenía una sonrisa cínica en el rostro.
- No me vuelvas a mira, no me vuelvas a hablar y no me vuelvas a tocar - habló molesto.
- Soobin? - Yeonjun se había levantado del sofá y fue a la puerta, pues Soobin estaba enojado.
- Ah, ya entendí, éste es tu nuevo juguete verdad?
- qué yo qué? Por qué hablas de mi si ni siquiera me conoces?
- 2 neuronas necesito tener para darme cuenta de que Soobin solo esta jugando.
Enredado en tus sábanas cuando me rompiste el corazón, dijiste que solo querias la mitad de mí.
- No digas idioteces Soobin.
- Ellos ven a Caín y yo veía a Abel, pero pensé que me necesitarías, pensé que eras el indicado, pero todo estaba en mi cabeza.
- Eres un estúpido al creer que yo te amaría, solo te estaba usando.