22- Hogar dulce hogar

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Hola de nuevo jejeje. Siento haber estado sin publicar tanto tiempo, cosas de la vida. Estoy deseando terminar este fic y empezar algo nuevo y fresco. Ahora por fin, comencemos con el angst :)

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Satou POV

Saiki nunca fue un amigo cualquiera para mi, había algo en él que se sentía distinto. Desde antes de que nos conociéramos yo le admiraba, siempre estaba rodado de gente y tenía muchos amigos. No importaba lo que la vida le lanzara o lo que dijeran de él, Saiki ni se inmutaba. Pensaba que quería ser como él, admiración era como yo llamaba al sentimiento que crecía en mi pecho cuando lo veía, aunque finalmente me di cuenta de que era algo distinto. 

Aun me costaba creer que alguien como él realmente quisiera pasar tiempo conmigo, pero en días como aquel lo agradecía. Estar con Saiki se sentía natural, incluso después de ese incómodo rato tras el beso, preferimos reírnos de nuestra vergüenza. 

No pensé mucho cuando Saiki me pregunto a donde quería ir; aunque su casa era muy acogedora, algo en mi pedía salir afuera. Sentirme libre por al menos unas horas antes de tener que volver a la horrible realidad que era mi vida en esos momentos. 

Creo que Kusuo también se dio cuenta, ya que a pesar de que no se le daba muy bien, hacía su mejor intento por entretenerme y mantener mi mente alejada de cosas feas. Había visto a Saiki interactuar con sus compañeros y rara vez decía algo, por eso verlo esforzarse tanto por distraerme ya me hacía sentir mejor. 

El tiempo pasó volando ese día. Hubo un momento en el que estábamos caminando por un parque y vimos un lago no muy extenso. Íbamos a seguir el paseo cuando vi unos patos salir de unos arbustos y empezar a nadar. Desde que tengo memoria he amado los animales así que después de hacer algunas fotos, arrastré a Saiki a comprar pan para alimentarlos. Él parecía avergonzado pero eventualmente se unió a mi. 

En otro momento, mientras estábamos sentados en el césped, vi una pequeña mariquita posarse en una flor. Nunca había entendido el miedo que la mayoría de gente tenía a los insectos, para mi eran como animales en miniatura. Estiré la mano con cuidado y me emocioné al ver como se subía en ella, me giré hacía Saiki para enseñársela. Para mi sorpresa, la cara de Saiki se puso blanca y puso al menos 5 metros de distancia entre nosotros. Claro que al descubrir esto tuve que usarlo para molestarle al menos un poco y empecé a perseguirle por el parque con la mariquita. No sabía cuanto tiempo había pasado pero decidí tener piedad en el pobre chico que parecía que iba a llorar y dejé al insecto en una hoja. Sonreí sintiendo que ahora lo conocía un poco mejor.


Miré el cielo, estaba oscureciendo. Era tiempo de hacerlo. Saiki me había preguntado si quería que volviéramos a su casa ya.

-Aun tengo algo que hacer, puedes volver sin mi- forcé una sonrisa, aunque pude ver que claramente no me creía. Extrañamente cuando estaba delante de Saiki me sentía como un libro abierto, como si siempre sabía lo que pensaba o como me sentía.

-Esta bien, iré contigo- agarró mi mano, transmitiéndome confianza, como si ya supiera lo que quería hacer. Caminamos en silencio, era cómodo pero no podía evitar estar tenso por el lugar a donde íbamos.

En el momento en el que nos paramos en frente del portón de mi casa, recuerdos que quería olvidar llenaron mi cabeza y me quedé paralizado. Ni si quiera me atrevía a mirar a Saiki después de que él apretara el agarre en mi mano, tenía miedo de al mirar en sus ojos ver lástima. No sabría si podía soportarlo. Pero cuando le miré, solo encontré cariño el apoyo. Lo que necesitaba para salir de mi trance. 

Aburrido / Saiki x SatouWo Geschichten leben. Entdecke jetzt