(T/n) es un estudiante de preparatoria Jujutsu, inscrito por Gojo Satoru sin que el se enterara, usuario de la maldición Kyoko y ahora tendrá que aprender del mundo de los hechiceros.
Derechos para el creador de Jujutsu Kaisen.
Derechos para el cre...
(T/n) se encontraba encerrado en una habitación repleta de sellos para que la maldición Kyoko no hiciera nada, el joven estaba leyendo un manga tranquilamente.
Hasta que la puerta de la habitación se abrió revelando un hombre, cargando una bolsa negra.
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Este hombre era conocido como Satoru Gojo el hechicero más fuerte, el miró al jóven (T/n) un momento.
– Y bien cuándo será el día de mi ejecución? –.
Este jóven sería ejecutado por la maldición que estaba con el.
– Sabes estaban apunto de ejecutarte... Los hechiceros del alto mando te quieren muerto cuanto antes –.
– Si lo suponía, ¿cuando me matarán? –.
– De hecho se aplazó tu ejecución y te apunte a la preparatoria Jujutsu –.
Satoru le dió un pulgar hacia arriba.
El chico tenia una expresión en blanco y dejo caer su manga al suelo.
– Eres consciente de que la maldición mata a quién me dañe sin importar quién sea –.
– Si. . . Bueno exceptuando a mí –.
– Tienes un punto, pero no quiero involucrar a nadie más con este problema, solo tenia que ser ejecutado –.
Se notaba la desesperación en la voz de (T/n).
– Tienes pensamientos suicidas. . . Asi que tienes esa edad –.
– Eso no tiene nada que ver. . . Lo que no entiendo es el por que no me odias al igual que el resto. . . De hecho comprendería si lo hicieras –.
El chico apretó sus manos con fuerza, mientras miraba el cielo.
– No vale la pena. . . No eras conciente de lo que hacías... Además tú no fuiste quién la mató, en la academia aprenderás a controlarla, incluso liberarla –.
– No. . . Me niego –.
– Te compraré todo el manga que quieras –.
El chico reflexionó sobre la situación, si iba a la academia podría aprender a controlar la maldición, pero el problema está en que mataría a personas inocentes, que no tienen nada que ver si fallaba.
Está razón estaba en la mente del chico, pero leer todo el manga que quisiera ganó está vez, ahí se le ocurrió una idea en caso de que la maldición se saliera de control.
– Si me darás todo el manga que quiera esta bien, pero si no puedo controlar la maldición, mátame junto a ella –.
– ¡Claro!, ¡Sin problema! –.
Satoru tenía felicidad en su voz.
– Me llevarías a la fuerza si me negaba, ¿cierto? –.
