Hablame por favor [Nishinoya y tu]

Epílogo

 Los años pasaron... 1460 cartas se enviaron en total, en las cuales, Nishinoya y T/N hablaban de su vida diaria, de cuanto se extrañaban y cuanto deseaban verse. En uno de estos escritos, nuestra protagonista le contó a su amado que un día su tío la había visitado para contarle que ella era su hija, al principio no se lo creyó pero luego de hacerse una prueba de ADN tuvo que aceptar la realidad. 

 Fueron 4 años largos, si bien Nishinoya había terminado la escuela, T/N seguía en el convento porque no la dejaban ir hasta que cumpliera la mayoría de edad, así que estuvo allí adentro hasta sus 20 años. 

N/A: En Japón se te consideraba adulto a los 20 años, pero este año la edad fue reducida a 18 años

 Aunque fuera sorprendente, no lo pasó mal allí dentro, la mayoría de personas eran buenos con ella y entendían su silencio, las hermanas se convirtieron en familia para ella, hasta llegó a considerar a la madre superiora como una mamá, ya que siempre la guio por un buen camino y le dio consejos para que pudiera vivir tranquila. 

 Al cumplir los 20 años tomó sus cosas y, con mucha tristeza, se despidió de todos, prometiendo que volvería a visitarlos. Fue a la estación de tren y sacó su pasaje, hace unas semanas le había dicho a Nishinoya cuando volvería, esperando que él la esperara para darle la bienvenida. Todo el viaje estuvo nerviosa, jugando con sus dedos mientras veía el paisaje, rogando volver a ver al chico y que él la reconociera.

 Una vez en su destino se bajó del tren, cargando una mochila en su espalda y con su valija en su otra mano, miró a su alrededor buscando al chico o a su tío que también iba a recogerla, se desanimó al no encontrar a ninguno de los dos, hasta qué...

-¿T/N? -llamó una voz que se acercaba a ella, por lo que la chica se giró

-¿Noya? -dijo sorprendida

-¡Si! ¡Guau, no cambiaste casi nada! -

-¡tú tampoco! -

 Nishinoya se apresuró para abrazarla con todas sus fuerzas, levantándola un poco del piso, T/N rio y correspondió al acto, hasta que luego de unos segundos ambos rompieron en llanto.

-dios, creí que nunca te volvería a ver, te extrañé tanto -dijo ella entre lágrimas de alegría

-yo igual, por un momento llegué a pensar que las cartas dejarían de llegar y que no sabría nada más de ti -la bajó para poder verla a los ojos -tus ojos siguen siendo tan lindos y tu voz tan dulce... -susurró

 Ambos se quedaron viéndose fijo a los ojos, hasta que se acercaron para besarse, habían esperado tanto aquel momento, no sabía a limón como decían pero si fue satisfactorio.

Pero de esta historia ya han pasado más de 10 años, actualmente T/N y Nishinoya tienen dos hermosos hijos, uno de ellos quiere ser jugador de voley profesional y el otro quiere ser astronauta, clásico de un niño, ¿No?. La relación con la familia de nuestra protagonista no mejoró mucho pero ahora llama papá a quien solía llamar tío y al fin puede decir que tiene una familia feliz.

>Y Aquí termina esta historia tan bonita que tanto disfruté escribir, espero que ustedes lo hayan disfrutado tanto como yo y nos vemos en otra historia o tal vez... ¿En otro epílogo? Si es que así lo desean jaja