La Luz De Mi Corazón

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Estoy cansada de todo esto, de sentirme insuficiente, de sentirme como nada.

Últimamente he sentido como si estuviera en un trance, en una película de verano en la que el sol no llega a asomarse por mis ventanas, como si lo único representivo de esto fueran los dramas amorosos de la protagonista.

Solo que aquí la protagonista no es perfecta, codiciada y amada por todos, sino que es una maraña de caídas y platos rotos, como una peste que se va comiendo el alma de los demás poco a poco hasta no quedar más de dónde escarbar y robar codiciosamente.

Soy como un parásito que se mete en la vida de los demás para hacerlos molestar y hace que sientan lastima de si misma, no me gusta.

He estado durante tanto tiempo enamorada, la relación de amistad era increíble para que de un día a otro mi terquedad por saber quién era la persona en la que pensaba todos los días lo quemara.

El dolor es abrazador, tan desgarrador, un don de pura destrucción, desamor, tan molesto.

No lo quiero, no quiero esto.

No quiero ser vulnerable ante el amor, no lo quiero, no lo necesito, quema tanto.

Quiero vomitar, llorar y desgarrarme el alma en miles de pedazos con tal de abandonar el sentimiento.

¿Por qué apelaban por mi? ¿Acaso sentían la necesidad de salvarme?

No quiero que sientan pena por mi, no pena real, no me gusta, me lastima, me duele, quiero llorar y no es bueno.

¿Porque el amor deja tan vulnerable ante todos los que alardean con tener un poco de él?

Solo quiero un poco, real, que valga la pena.

¿Es mucho pedir?

Solo quiero que retiren mi corazón, lo quiero retirar porque esto quema demasiado, no lo aguanto, no puedo más.

¡NO LO QUIERO!

No si implica sentirme así.

Es demasiado que soportar y no soy tan fuerte, no lo soy y no quiero serlo, no puedo con esto, no más.

Me voy, lo abandonó, no juego más, no quiero más de lo mismo, ya no.