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Karl Hargrove, se dirigía en su bicicleta a la casa de los Wheeler.
Donde según su novio-super-secreto no se encontraba nadie (además de él) de la familia, y ambos tenían pensado estar juntos en lo que llegaban el resto de la familia.
El pedaleaba lo más rápido que podía, por las razones de que ambos tenían sus grupos de amigos, entonces no podían estar todo el tiempo juntos (además sería algo sospechoso que salieron ambos solos), también por temas de casa y privacidad, no se podían besarse libremente, gracias al miedo de ser encontrados por alguien... oh cierto, otra razón era porque Mike tenía novia.
Por fin Karl había llegado a la casa, dejo su bicicleta tirada en el césped de la entrada (no tenía miedo que la robaran) y se dirigió a la puerta principal, tocó el timbre dos veces.
Solo espero unos segundos hasta que la puerta se abrió dejando ver a un sonriente Mike, quien se movió para dejarlo pasar y cerrar la puerta detrás de él.
Mike se abalanzó contra el chico dándole un gran abrazo.
—¡Hola Karl!, ¿Cómo has estado?—Lo saludo separándose mientras le daba un pequeño beso en los labios a su amante.
— Eh estado bien, simplemente extrañandote —Respondió dándole un beso a la nariz de Mike —. Y dime lindo, ¿Qué haremos hoy? — Pregunto con una pizca de diversión mientras veía como las mejillas de su novio se ponían rojas.
A Mike siempre le pasaba eso cuando le decía un apodo cariñoso, aunque fuera uo tan básico como lindo.
—Pues pensaba solo estar acostados escuchando música, tú sabes cómo siempre —Empezó a explicar.— O simplemente ver una película, pero no me he decidido aún —Se encogió de hombros — ¿Quieres decidir tú?. — Mike miro a Karl, esperando que eligiera la actividad de hoy.
Después de unos largos segundos Karl, hablo.
—Pues yo tomo la de estar acostados.—Estaba algo cansado el chico y solo quería acurrucarse con su persona favorita. — Me gusta estar acurrucado contigo.
Mike sonrió con ternura y tomo la mano de Karl.
—¡Bueno! vamos a mi habitación — Los guío a escaleras arriba.
Ambos subieron las escaleras y abrieron la puerta de la habitación.
Karl se fue directo a la cómoda cama de su novio, levantando la sábanas y tapándose, no sin antes dejar un espacio para Mike. Mientras que Mike ponía el cassette de la primera canción que esucharan en ese tiempo juntos.
Cuando coloco el cassette se fue a acostar y abrazo al rubio, dejando su rostro en el cuello de él, inundando sus fosas nasales con el aroma del perfume de Karl. El otro chico solo daba caricias en su espalda y debes en cuando unos pequeños besos en su desordenado cabello.
