Cap 4

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Al día siguiente Karen volvió a invitar a Nancy al centro comercial quien no dudó ni un segundo en asentir con la cabeza en aprobación. Probablemente así sería todos los días sábados de ahora en adelante. Su madre ahora la dejó sola ni bien cruzaron la puerta de entrada al edificio.

Nancy tomó una gran bocanada de aire antes de ingresar al local de música, tomó cualquier CD y caminó hacia la chica de ojos azules.

Robin miró de reojo mientras entregaba la compra correspondiente al cliente que estaba atendiendo en ese momento. Había regresado.

-Bienvenida a MusicWorld ¿En qué puedo ayudarte? - Le dijo sonriente por tercer sábado consecutivo.

Nancy le entregó la pequeña caja de plástico. Robin la tomó y se quedó observandola fijamente. Nancy esperaba que como las veces anteriores, ella le preguntase si necesitaba algo más y me pidiera seguirla hasta la caja, para cobrarle y luego entregarle su paquete.

-Steve - llamó en voz alta la muchacha haciendo que uno de los compañeros de trabajo dejara de prestará atención a un cliente durante unos segundos y se volteara a verla - ¿Puedes cubrirme? Sólo serán unos minutos.

-Está bien. - Dijo él con una sonrisa - Pero debes un favor.

-Que sean dos - Dijo con una sonrisa de oreja a oreja - y gracias.

La muchacha volvió rápidamente su mirada a Nancy, quien se estremeció por completo.

-Vienes seguido por aquí ¿Cómo te llamas? - pregunto curiosa.

El corazón de Nancy pareció detenerse. Abrió los ojos sorprendida y entreabrió sus labios pero no emitió sonido. ¿Que tal si decía algo estúpido? Debía hablar con ella. Responderle. Si no lo hacía la creería una imbécil hasta el fin de los días. Pero no lograba juntar el coraje necesario. No estaba preparada. Estaba tratando en darle una respuesta y comenzaba a ponerse por demás nerviosa. No sabía que tan paciente podía ser la chica con ella. Pero para su suerte Robin noto su nerviosismo y decidió alivianar las cosas de alguna manera.

-Tal vez fue una pregunta demasiado compleja para empezar - bromeó. Pero se notaba en cada una de sus expresiones que no estaba tratando a Nancy de retrasada, sólo quería hacerla sentir cómoda - ¿Puedes hablar? - preguntó y rogó internamente qué la chica no pareciera algún tipo de mutismo, porque de ser así que se la tragara la tierra. Suspiró de alivio en su mente cuando la de ojos cielo asintió - ¿Sabes leer? - volvió a asintir. - Bien, entonces ¿Cómo me llamó? Te daré una pista - dijo divertida señalando con su dedo índice la identificación que tenía sujeta a su uniforme.

Ella sabía perfectamente su nombre. Había estado deambulando en su cabeza durante las últimas dos semanas. Pero nunca lo había pronunciado en voz alta a nadie más que a Joyce cuando ella debía saber su nombre para preguntar por la chica. No había escapatoria. Debía responderle. Relamió apenas y disimuladamente sus labios, que se encontraban de un color rosa pálido y bastante resecos por su falta de diálogo permanente.

-Robin. - Dijo finalmente con la voz grave y rasposa.

Sentía sus manos transpiradas y temblando.

-¡Whoa! - Dijo sorprendida - ¡Tu voz! Es tan profunda. No lo hubiera imaginado. Es genial - enfatizó. Nancy creía que se le saldría el corazón del pecho de lo rápido y fuerte que estaba latiendo. - Ahora dime tu nombre - dijo ansiosa.

-Nancy - respondió luego de unos momentos.

Lo hizo. Le había dicho su nombre. No podía creerlo. Estaba teniendo una conversación con aquella chica que ella consideraba la perfección en persona.

La chica de los cds; roancyWhere stories live. Discover now