José Luis y compañía.

Capítulo 2

Antes

José Luis

-Perdona, ¿conoces a Gustabo?
-Ehh, sí, ¿Quién eres?-Dice José Luis medio dormido.

Se estaba tomando la siesta y soñando con que venía una vieja y se lo llevaba metido en una caja, una pesadilla. Ojalá nunca le pase eso.

-Me llamo Eustaquia, vengo a ver a Gustabo, un viejo amigo. Antes íbamos a la misma granja.
-Ah, sí. Me ha hablado mucho de ti y de tu hermano Horacio. Dice que solo hablaron una vez, pero siempre me cuenta que esa vez casi se ríe en su cara porque tenía un moco.

José Luis levanta una ceja porque Eustaquia no le había contestado, hasta que nota que alguien le toca el hombro por detrás y se da la vuelta.

-Hola, me llamo Horacio.

Este fue uno de los momentos más incómodos que José Luis había presenciado, de momento.

-Encantado.-Vueve a hablar Horacio.
-Sí, sí, igualmente, soy José Luis.
-Bueno, ¿Entonces dónde está Gustabo?-Pregunta Eustaquia.
-Acompañadme.

Eustaquia y Horacio siguen a José Luis, como les ha dicho él.

Eustaquia

Se queda contemplando cada pequeño detalle del lugar donde ahora vive su amigo Gustabo. Ya le gustaría a ella vivir en libertad.
En su granja solo salían cada 2 años. Acompañaban a sus dueños a hacer no sé qué, y al parecer, por fin podrá reencontrarse con su mejor amigo, su "meejoo#16". A Eustaquia le daban vergüenza ajena esos motes raros, pero lo empezaron a decir cuando tenían 11 años y desde entonces no han dejado de decirlo.
Eustaquia se queda fascinada al ver lo bien que vive Gustabo. Ese lugar era genial. Era un campo verde súper grande donde sólo había cerdos. No había otro tipo de animal. A la izquierda había un lago, habían unos cuantos cerdos allí. También había una pequeña zona con barro, en ese lugar no había casi nadie. Ese lugar era con el que soñaba Eustaquia todas las noches, y no eran pesadillas. Siempre quiso algo así.
A lo lejos, Eustaquia ve a un cerdo bastante rechonchete y con algunas manchas marrones, al instante reconoce a Gustabo.

Gustabo

Estaba tan tranquilo, todo el mundo se estaba echando la siesta y estaba soñando con que mantenía una conversación con un cerdo que tenía un moco. Hasta que escucha un pequeño ruido.

-GUSTABOOOO.
-Oye no te pongas así, que solo te he dicho que tienes un moco.
-¿Gustabo? Despierta cabeza remolacha, que soy yo, Eustaquia.

Gustabo se despierta rapidísimo.

-¿EUSTAQUIA?
-Sí.
-¡Ostras Patricia! ¡Eustaquia cuánto tiempo!
-Sí Gustabooo.-Dice mientras le sale una lágrima.
-¿Y qué haces por aquí? ¿Te has escapado?
-Qué va, nos han sacado. Eso que hacen una vez cada dos años.
-Oleee, pues qué bien que hayáis venido justo aquí.
-Pues sí, ha sido mucha casualidad. Mira, he traído a mi hermano Horacio.
-Ostras, ¿tú no eres el del moc..?

Gustabo para de hablar cuando se da cuenta de que José Luis lo está mirando con los ojos súper abiertos mientras mueve la cabeza de un lado a otro.

-De los mac... macarrones... ¿Tú no fuiste el que le robó macarrones a uno de los dueños?-Dice Gustabo mientras sonríe, disimulando.
-Ehh, no sé de qué me hablas.-Le responde Horacio.
-Me habré equivocado de persona.

Gustabo mira de nuevo a José Luis y éste intenta disimular igual de mal que él .

-Bueno, ¿Por qué no nos enseñáis este lugar?-Dice Eustaquia, haciendo que no se ha notado.
-Claro, claro.-Dice José Luis, sonriendo todavía.