♡parte cuatro

670 72 2
                                    

Yoongi no podía parar de llorar, ya ni siquiera lograba ver bien, y los ruidos de afuera se estaban opacando gracias a sus propios sonidos

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Yoongi no podía parar de llorar, ya ni siquiera lograba ver bien, y los ruidos de afuera se estaban opacando gracias a sus propios sonidos. Se abrazó a sí mismo, buscando una especie de consuelo, pues no podía ni quería llamar a nadie para pedir ayuda.

La carta acabó en el suelo, con algunas gotas húmedas en su superficie; junto a ella, los anteojos que habían caído del pálido rostro, cuando éste rompió en llanto. Las demás cosas se mantenían regadas en la cama, mientras él sentía como su corazón volvía a romperse.

Con la misma violencia que lo hizo, aquel trágico día en que encontró al amor de su vida sin pulso.

Se perdió tanto en ese océano de tristeza, que no se percató cuando su esposa entró a la habitación, usando la llave de ésta.

—¡Yoongi ya basta!, ¡baja ahora o juro que...—Sun detuvo su reclamo, cuando vio a su marido con la cara oculta entre sus manos, emitiendo sonidos dolorosos—Hey... ¿Ocurre algo?

Y por un segundo, ella sintió la necesidad de abrazarlo, pues se veía a simple vista que Yoongi no estaba nada bien. Después de todo, era su pareja de toda la vida, y a pesar de su relación extraña, habían creado una pizca de empatía y cierto toque de cariño con el pasar del tiempo.
No lo demostraban prácticamente nunca, pero ahí estaba ese sentimiento.

—Jimin... Se fue...—articuló entre sollozos, sin levantar la mirada—Me dejó solo...

—Yoon, eso fue hace mucho... ¿Cómo fue que lo recordaste?—cuestionó, cerrando la puerta tras de sí.

El peli negro sólo pudo señalar los objetos que estaban en el colchón, y Sun vio la carta en el suelo; comprendió que su esposo había encontrado la caja de sus recuerdos, y había decidido abrirla. Cosa que no había pasado nunca, pues él siempre la mantuvo cerrada y guardada, sin querer destaparla y sin dejar que alguien la tocara siquiera.

Se acercó hasta la cama, y se sentó a su lado.
Yoongi, por impulso, la abrazó de inmediato, buscando un apoyo que él mismo no podía darse ya.

—Sé que siempre lo extrañaste, y lo seguirás haciendo...—habló suavemente la castaña, correspondiendo la acción—Aunque no lo creas, lo comprendo Yoon.

—Pensé que lo había olvidado...—susurró Min con la voz quebrada.

—Él era tu verdadero amor, ¿no?... Y sabes... Incluso si tu mente trata de obligarte, nunca podrías olvidar por completo a una persona tan importante para ti.—explicó ella, acariciando la espalda contraria en un intento de calmarlo.

—Lo amaba Sun... Y no pude salvarlo... Ni a él, ni a Tae, tampoco a Jungkook...—la miró por fin—¿Lo entiendes?... Todos se fueron frente a mis ojos, no pude evitar nada de lo que pasó... Y yo estuve ahí...

—Sí, lo sé.—suspiró bajo—Pero ninguna de esas tragedias fue culpa tuya, y eso es algo que jamás has comprendido...

SunHee lo abrazó por un par de minutos, sin frenar sus pequeñas caricias; Yoongi poco a poco fue calmándose, en mínima cantidad, pero al menos logró regular su respiración y su vista mejoró.
Se separó de su esposa lentamente, cuando sintió que podía hacerlo, y suspiró profundamente con la mirada plantada en el suelo.

Ella quería ayudarlo, pues sin importar todo lo demás, tampoco estaba feliz de verlo sufrir, y creyó tener una idea para que Yoongi pudiera desahogarse lo necesario, pues sabía que nunca podría llorar lo suficiente como para liberar sus emociones al cien.

—Yoon, quizá podría ayudarte escribir... He visto que algunas personas logran sacar su dolor por medio de cartas, tal vez si haces una carta para Jimin, puedas reparar un poco tu conciencia.—sugirió Hee, mirándolo con un aire triste.

—Y... ¿Qué podría decirle?...—el peli negro respiró profundo.

—Podrías decirle tus sentimientos, contarle las cosas que has hecho, tal vez despedirte... Todo aquello que quisiste hablar de frente y no tuviste oportunidad de hacerlo.—se levantó, y de un cajón sacó una pluma y un cuaderno pequeño.

—¿Crees que me ayude?—Yoongi la miró, y recogió los objetos que había dejado caer.

—Puedes intentarlo.—la castaña le entregó ambas cosas—Les diré a los chicos que bajarás más tarde, dejaré que te tomes tu tiempo, ¿está bien?

—Gracias Hee...—susurró aún con dificultad, y ella asintió.

Se fue de la habitación, dejándolo nuevamente solo con su mente.
Pensó que la idea de su esposa no sonaba tan mal, así que trataría de hacerlo.
Tal vez por eso le dolía tanto todavía... Porque los tres se habían despedido de él, pero Yoongi no pudo hacer lo mismo.

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Hearts Break ♡ YoonMinWhere stories live. Discover now