Cada día hasta el final.

191 26 0
                                    

La mañana era fría, algo normal en diciembre; sin embargo, dentro de ese colchón y el nido de mantas que habían construido durante la noche había la calidez necesaria para llenar sus cuerpos de delicioso placer. 

La luz natural se asomaba por el gran cristal del ventanal y rompía con las cortinas para ingresar desde el balcón, iluminando a su paso una habitación ordenada y limpia y una cama deshecha con dos hombres abrazados. Las almohadas en su mayoría permanecían en el piso, la mitad de las mantas calentaba el mosaico y el resto permanecía enredado debajo de los dos cuerpos que emanaban calor. 

Katsuki sintió el frío en la espalda desnuda y por instinto abrazó más fuerte a su amado, quién dormía tranquilamente con la cabeza recargada en su pecho tonificado; una vez más envidió esa peculiaridad de calor que tenía, porque él jamás pasaría por las irregularidades del clima exterior, por lo que dormir a la mitad de una tormenta de nieve no le afectaría en lo más mínimo. 

Los ojos rubí se abrieron poco a poco, molestos por la luz que interrumpía sus sueños. Su mirada se dirigió inmediatamente al peso que descansaba sobre su organismo, encontrándose con un Shouto con los ojos cerrados, con la cara plasmada de paz y el cabello revuelto apuntando para todas direcciones. Sonrió inconscientemente mientras sus dedos peinaban dulcemente el cabello bicolor. Todoroki se movió un poco debajo de él y soltó un ruido que podía ser identificado como una respuesta a lo bien que se sentía la mano cuidando de él. Bakugou amplió su sonrisa y siguió acariciando a su esposo, depositando un par de besos en su cabeza, que luego se escondían en su sedoso cabello. 

Shouto despertó con una sonrisa adormilada y los ojos duales cansados, pero feliz, como ha despertado cada día desde que Katsuki y él decidieron vivir juntos, sobre todo después de comprometerse y casarse. 

— Buenos días, Halfie — saludó con la voz suave que había adoptado a lo largo de los años, misma voz que sólo era dedicada a él.

— Buenos día, Katsuki. — La respuesta de Todoroki fue pronunciada con una voz grave, evidenciando lo bien que había dormido. 

Las sonrisas fueron las únicas que hablaron mientras su abrazo se volvía más fuerte y amoroso. La mano derecha de Katsuki bajó del revoltoso cabello bicolor a la mejilla izquierda de Shouto, sintiendo de inmediato el calor impregnando su mano y yendo a todo su cuerpo. Se sintió feliz y pensó que nada podía joder el día, porque tan sólo los primeros momentos en los que tomaba consciencia cada día los compartía con la persona que más amaba en la vida y con la que decidió unir el resto de sus días hace exactamente un año.

— Katsuki… — susurró Shouto, la voz amortiguándose contra la piel desnuda del mencionado. — ¿Sabes que día es hoy? 

— ¿Qué si sé qué día es hoy? ¿Te parece que podría olvidarlo? — respondió tajante, sintiendo el calor abrazando su pecho y su cara.

Todoroki esbozó una sonrisa tierna que se guardó en el cuerpo de Bakugou, después giró su cabeza de tal forma que le permitiera observar con detenimiento las facciones de su esposo.

— Feliz primer aniversario, Katsuki — pronunció con los ojos brillando en felicidad. 

— Feliz primer aniversario, Halfie — murmuró Bakugou para después depositar un beso dulce en dónde el rojo y blanco se unen, causando una risita complacida en su compañero.

Un viento helado entró por la ventana semi-abierta, dándole escalofríos al rubio. Sin embargo, antes de que el frío se apoderara de su anatomía, Shouto activó su quirk y le brindó un placentero calor que se combinó con la fortuna de ser amado. El clima es congelado en las calles, pero dentro de esa cama, dentro del hogar que construyen juntos siempre existirá la calidez del amor y la sinceridad, por eso ambos se sienten afortunados y completos compartiendo su primer aniversario de bodas, el primer año después de que decidieron unir sus vidas para siempre y convertirse en los compañeros que todo el mundo envidia.

BakuTodo Week 2022Where stories live. Discover now