Interpersonal [Willy/Gru]

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El viaje había sido largo, y desesperante, por tener que soportar a tantos pequeños inquietos en un vuelo repleto de muchas otras personas. Pero finalmente habían llegado a San Francisco, y todos estaban emocionados; su vida daría un giro drástico a partir de ese momento.

Al llegar a la puerta del hogar -ahora más discreto- de Willy, Gru tocó la puerta, esperando impaciente a que el hombre saliera.

Cuando los recibió, todos los Minions entraron a la casa apresurados y sin preguntar.

El único que se quedó en la entrada fue el pelinegro, quien sonriente abrazó al villano mayor, con muchas fuerzas y emoción.

-Gracias Willy, mi sueño se está volviendo realidad. Eres el mejor.

El mayor sonrió, y le acarició la cabeza al niño.

-Bienvenido a casa, pequeño.

Se separaron y Gru tomó de la mano al hombre, entrando a su -nuevo- hogar.

Por su lado, Kevin seguía en la entrada, a unos metros de la puerta. Algo de todo esto le revolvía el estómago, pero no se lo quería tomar en serio porque el pequeño se veía feliz.

Y si su niño era feliz, él también lo sería; tarde o temprano.