El poder del sacrificio humano. | 𝗦𝗵𝗶𝘀𝘂𝗡𝗮𝗿𝘂 |

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Título: Eres mi sol.

Pasaron seis meses con la tensión del pueblo llena hasta el borde. Los ancianos Uchiha y Fugaku estaban resolviendo los últimos problemas en su plan de golpe. El Tercero estaba preparando sutilmente a sus Jounin y Chunin para la guerra civil. Y Shisui... Shisui se dio cuenta de que había fallado.

Pero las cosas no habían terminado todavía.

Shisui miró fijamente al puñado de escuadrones ROOT que habían sido enviados para capturarlo al otro lado del claro del bosque. Vivo o muerto. Sabía que Danzo-sama solo estaba tratando de proteger la aldea a su manera, y por eso Shisui no se sintió traicionada. Pero había personas dentro de la aldea que Shisui deseaba proteger, por lo que aún no podía darse el lujo de morir. Con ese pensamiento en mente, la resolución del Uchiha se endureció.

El rostro de Shisui se suavizó, volviéndose completamente inexpresivo, y su Mangekyo Sharingan cobró vida, la pupila entintada girando amenazadoramente dentro de su iris ensangrentado.

"Por favor, no me guardes rencor", dijo Shisui con tristeza. "Pero, tendré que terminar esto rápidamente".

El chakra verde enfermizo comenzó a irradiar del cuerpo de Shisui, aumentando a proporciones monstruosas en cuestión de segundos. El chakra comenzó a formar una formación esquelética gigante, humanoide, alrededor de la persona de Shisui. Lentamente, se generaron músculos y tendones, tan finos como telarañas, deslizándose a través de los huesos resplandecientes. La carne y la piel comenzaron a cubrir el rostro desnudo, los brazos y la caja torácica del gigante, seguidos por la solidificación de la armadura pesada.

El resultado fue una vista petrificante.

Shisui estaba completamente protegido por la parte superior del cuerpo de un fantasma verde espantoso, con un taladro gigante como una lanza agarrado en su mano derecha con garras. El fantasma miró sin alma, con brillantes ojos amarillos, al shinobi de la RAÍZ al otro lado del claro, su amplia boca se abrió, revelando un conjunto de dientes caninos inferiores alargados. Vapor salió de las fauces del titán, y levantó su lanza lentamente, al mismo tiempo que Shisui cruzaba los brazos desde dentro.

"¿Q-qué es eso?" Preguntó uno de los ROOT.

No recibió respuesta.

"Mátalos, Susanoo". Shisui ordenó gravemente.

El fantasma verde en llamas lanzó otro chorro de vapor, cumpliendo con la orden de su amo.

Momentos después, el claro se llenó de aterrorizados gritos de agonía y el sonido de la sangre derramada.

Hinata Hyuga estaba sentada en su dormitorio, presionando en silencio las flores del jardín de su difunta madre para su colección de álbumes de recortes.

Tarareó recatadamente para sí misma, contenta.

En cuestión de segundos, los ojos color lavanda se abrieron de par en par, una mano golpeó sobre ellos y su boca desde atrás.

Hinata se amordazó.

Sabían a sangre.

"Relájate", ordenó una voz masculina. "No te voy a lastimar."

¡Hmph! Como si Hinata no hubiera oído eso antes. La última vez que había creído esas palabras de un extraño, el padre de Neji-nii-san había terminado muerto.

"Tú no me conoces", continuó rápidamente. "Pero conoces a Naru-chan, ¿no?"

La respiración de Hinata se cortó. Oh Kami, hizo algo-

"Ella esta bien." Él afirmó. "En realidad, vine en su nombre".

Hinata no hizo ningún movimiento repentino, su interés alcanzó su punto máximo. ¿Qué podría querer este extraño de ella para Naruto?