Un mundo sin el pequeño caballero.

El respeto del Cazador.

El Lifeblood Knight despertó de su sueño... Bueno, su intento de sueño, las voces en su cabeza discutían el plan más a detalle y no lo dejaron dormir, la voz le dijo al Señor de las Sombras que baje la voz, pero aún así le costó conciliar el sueño. Al abrir la puerta, se llevó una sorpresa, los mineros rescatados lo estaban esperando en la puerta.

- Buenos días -Dijo un minero, agitando su mano para saludar.

- ¿Cuando iremos a ese refugio? -Preguntó otro.

- ¿Su casa no tiene muebles? En la mía había una mesa y un par de sillas -Dijo otro, echando un vistazo al interior de la casa del Lifeblood Knight.

Así continuaron hablando, sin dar un respiro al Lifeblood Knight.

- ¡Déjenme responder! -Gritó el Lifeblood Knight, entonces todos se le quedaron viendo. Suspiró- Primero, buenos días, segundo, que suerte tienes -Dijo mirando al minero que tenía muebles en su casa- Y tercero, el refugio... denme un segundo -Se metió a su casa y serró la puerta- Oye, voz en mi cabeza.

- ¿Si? ¿Qué pasa? -Preguntó la voz.

- Los mineros preguntan por el refugio -Respondió el caballero.

- Ah, si, buscaremos un lugar donde hacer el refugio en el suelo con la ayuda de los mineros -Dijo la voz.

- Creo que creen que el refugio está echo y que los vamos a llevar a él.

- Ya veo cuál es el problema ¿Crees que creerán que los engañaste?

- Si.

- Bueno, como recompensa, durante los días que trabajen te encargarás de conseguir su comida, serás el cazador, diles que mal interpretaron tu palabra, así no se sentirán traicionados.

- Está bien, gracias voz en mi cabeza.

- Eh... de nada -La criatura de sangre vital se dió cuenta que no tiene nombre con el cuál ser nombrado.

- ¿Mineros? -El Lifeblood Knight los llamó, pero solo habían tres en su casa platicando, el resto paseaba por los caminos y otro luchaba con una vengamosca, espantando lo con su pico. En cuanto oyeron hablar al Lifeblood Knight, se volvieron a reunir alrededor de su casa-
Han mal interpretado mis palabras, no hay ningún refugio, ustedes lo van a hacer -Inmediatamente reaccionaron sintiéndose traicionados y quejándose- Pero yo me encargaré de conseguirles comida, agua y... esas cosas que los insectos normales necesitan -Los mineros confiaban en que era capaz de mantener su palabra, si fue capaz de vencer los infectados de la mina, podría cazar la cena de todos los días.

Decidieron confiar en su palabra con un poco más de ánimos, algunos empezaron a cavar bajo sus pies- No vamos a cavar aquí, vamos a salir de Hallownest a buscar el lugar donde hacer el refugio. Los mineros se le quedaron viendo, no podían creer sus palabras.

- ¿Más allá de Hallownest? -Preguntó uno.

- El Rey Pálido creó el mundo y también este reino, el único reino, no hay nada más allá -Dijo otro.

- Si hay más, pero solo es un desierto interminable con una ventisca eterna -Dijo otro más.

- ¿Su rey les dijo que más allá no hay nada? -Preguntó impactado el Lifeblood Knight.

Todos los mineros asintieron.

- Si qué hay más, por lo que me han dicho, hay lugares como el Sendero Verde o Páramos Fúngicos, pero en la superficie. Hay una gran linterna en el cielo iluminando todo, también insectos de especies que nosotros no conocemos -Así le describió la voz lo que hay más allá del reino al Lifeblood Knight.