Única parte.

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summer night

La música resonaba fuerte en cada rincón de aquel gran bar dónde las dos jóvenes habían decidido pasar a divertirse, en dónde la cantidad de gente que había era exorbitante, tanto que apenas se lograba bailar sin rozarse con algún desconocido.

Camille bailaba frenéticamente con su novio Seth en alguna parte de la gran pista. Llevaban en aquel lugar aproximadamente unas dos horas, pero Emma no pudo evitar comenzar a sentirse mal, agobiada incluso, no sabía si era por el amontonamiento de gente o es que en el único trago que bebió en toda la noche, le habían disuelto alguna droga que la hiciera sentir mal, pero descartó esa última idea por completo cuando recordó que ella con sus propios ojos vio como le preparaban su trago, el cual contenía partes de frutos rojos que le dejaba un sabor de boca delicioso y del cual no sabía el nombre pero que le encantaría volver a beber en algún otro momento.

Emma salió del sanitario de mujeres a reencontrarse con su amiga, fue allí que recordó que no había cenado y llevaba unas 8 horas sin ingerir alimento alguno. Por gracia divina no estaba ni cerca de estar ebria, de hecho estaba en sus cinco sentidos y consciente cuando decidió que lo mejor sería irse de allí, porque debido a la música y la falta de oxigeno en el lugar comenzó a sentirse mareada.

Se sentía algo culpable por irse de allí tan pronto, en especial cuando no lograban coincidir tanto con Camille como quisieran, porque desde que ambas empezaron su último año escolar, no hacían otra cosa que no fuera estudiar, y cuando tenían un tiempo extra, ambas lo utilizaban para descansar. No pudo evitar extrañar esa época dónde se pasaba las tardes en casa de su amiga después de clases e incluso a veces quedándose a dormir como si fuese su segunda casa.

Pasó alrededor de diez minutos hasta toparse con su amiga en aquel río de muchedumbre, en dónde incluso un chico le coqueteó en intentó bailar con ella, pero declino su propuesta —no porque no quisiera, si no que traía prisa— sonando lo más amable posible y por suerte él lo entendió, dándose media vuelta y desapareciendo entre la gente.

Podría simplemente irse de allí y enviarle un mensaje de texto a su amiga de que se había ido a casa porque no se sentía muy bien, y ella lo entendería, pero estaba este pequeño detalle de que sus pertenencias se encontraban en la casa de Camille, además de que le había dicho a sus padres que dormiría en casa de su amiga y el hogar de Emma quedaba a bastantes kilómetros de distancia del centro de la ciudad.

Diviso a la pareja a un lado de la pista bailando y se les acercó tocando el hombro de su amiga con su dedo índice para llamar su atención.

—EMMA! —gritó Camille al verla

—Camille lo siento, no me siento muy bien, crees qu.. —dijo pero fue cortada en el medio de la oración

—¿QUÉ? —preguntó al no escuchar una palabra de lo que dijo debido al escandalo de la música y la gente

Emma revoleó los ojos ya agotada, y tomó aire llenando sus pulmones preparándose para levantar la voz solo un poco más alto de lo normal para ser escuchada por sobre la música y dando un paso para acercarse al oído de su amiga.

—No me siento bien, crees que podamos regresar? —preguntó

Camille le dio una mirada de preocupación, pensando que algo grave le había ocurrido. Emma se dio cuenta de ello enseguida y le explico que solo se sentía algo mareada.

—OH! —dijo sintiéndose más tranquila y dirigió su mano a su barbilla pensando en una solución a la petición de su amiga —Mmh... Tus cosas están en mi casa? ¿Cierto? —preguntó aunque ya sabía la respuesta.

Asintió mirándola en silencio, era obvio que Camille no quería irse de allí,—y Emma lo entendía completamente— pero a la vez quería ayudarla. El rostro de Camille se iluminó al dar con una posible solución.

summer night✧lee heeseungWhere stories live. Discover now