Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
El estudio de grabación se hunde en la obscuridad de la noche. Probablemente no debería estar aquí a las dos de la mañana, pero la madrugada es cuando más inspiración tengo para escribir y probar mezclas y tengo la suerte de que Howie, mi productor, me deje la llave siempre que puede.
Tengo la computadora a un costado de la consola con varios documentos abiertos, sin embargo mi atención está puesta en el otro lado, en la pantalla del iPad con la aplicación de la fórmula 1 abierta en la transmisión del GP de Baréin.
Todavía falta una sólida media hora para el inicio, el pitlane es una locura y si me concentro lo suficiente, incluso puedo oler los neumáticos. Me gusta mucho la locura de un hipódromo en día carrera. Después de todo, me crié en ese mundo, soy digna hija de mi padre.
Miro el chat con Lewis abierto en mi teléfono mientras escucho como hablan de sus estadísticas en la transmisión. No hemos hablado desde Australia, cuando me nos acostamos y al día siguiente me regrese a Los Ángeles antes de que tuviéramos la oportunidad de hablar. Lo cierto es que no tenía el valor de despertarme y mirarlo a la cara después de lo que hicimos.
Por dios, lo que hicimos... todavía pienso en lo qué pasó en esa habitación. Me avergüenza admitir que cada vez que cierro los ojos puedo sentir sus manos tocándome, sus labios besándome, la manera en la que se sentían sus abdominales bajo mi tacto, mi nombre bañado en su acento británico.
¿Como podría olvidarme? Aprendí en una noche cosas que no había experimentado con ningún otro chico en mi vida.
Su último mensaje fue enviado hace una semana y todavía me resulta doloroso leerlo.
Entendí el mensaje. Voy a dejar de molestarte. 29/03/2014
Me veo tentada a llamarlo. Desde que nos conocemos, siempre trato de desearle suerte antes de las carreras, incluso hablamos ocasionalmente sobre nuestras vidas. El silencio de estas dos semanas me está matando.
Sin embargo opto por enviarle un mensaje sabiendo que probablemente Angela sea la que tiene su teléfono ahora, no él.
Cualquier excusa que te de sonara patética, ni yo misma comprendo todavía por qué me fui. 02:30am
Estoy viendo la carrera. Buena suerte allá fuera, Lew. Incluso en un mal día, eres mil veces mejor que cualquiera. 02:30am
