El sabor de la miel | Two-Shots

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—¿Qué?— Preguntaba agresivamente ante el otro, creándole nervios entre sus torpes intentos de expresión.
Refunfuñó y miró de reojo.
—..¿Te gusta?— Preguntaba interrogante repentinamente deteniendo los nervios de Kedamono.

—¿Ah? Oh, S-si..— Afirmaba recién cayéndo en cuenta que se refería a la miel.

El rubio mantuvo la vista fija en la salida. Si nadie iba a pasar por ahí, ¿de verdad estaba tan seguro? Probablemente hayan mandado a esos dos a investigar si es que él seguía cumpliendo su castigo.

Por otro lado, Kedamono no podía evitar oler el llamativo aroma que emanaba el otro.

Se acercó para olfatear con más rigidéz. Cada segundo que seguía oliendo era simplemente tentador probar una vez más el fulgor que daba en el paladar.

Ahora su atención se centraba solo en las gotas que recaían en el hombro desnudo de Popee. Por suerte, éste estaba sumido en sus pensamientos sin parar de mirar la salida, por lo que no sabía de la extraña tentación de su compañero.

Kedamono se acercaba inconscientememte, y como si estubiese bajo hipnosis no logró pensar sobre lo que estaba por hacer.
Su cuerpo se manejó solo.

La lengua acarició suavemente la miel, saboreándo la exquisitéz que probaba en su boca. Sintió al rubio sobre saltarse alarmadamente y voltearse a encararlo.

El rubio había sentido el aliento del otro toparse contra su pálida piel, pero el atrevimiento del otro lo había dejado perplejo. Cuando el azulado se dió cuenta de su error ya era muy tarde.

Popee apuntaba con un arma el cuello de Kedamono, ambos compartían un ligero tinte rosa en sus mejillas.

—¡Perdón! no te quería-.. — La interrupción se vió presente.

—¿No me querías qué?— Desafiaba el rubio al contrario para que continuase hablando aún cuando le sumaba presión del cuchillo. —¿Lamer? ¿Enserio te gustó tanto?

—Y-yo..— Estar bajo la mirada de Popee era sofocante. —Si, me gustó.— En realidad, no solo le gustaba la miel.

Popee detubo cualquier movimiento suyo ante esa respuesta. Suspiró molesto y volvió a su posición principal.

Empujó la cadera hacia abajo, separó sus piernas y recargó una mano en el respaldo mientras que la otra se tapaba la cabeza como si pensara en algo. En pocas palabras, descansó su cuerpo.

El "lobo" lo miró con atención. Su mejor amigo parecía tener complicaciones.

—¿Estás bien?— No recibió respuesta, así que se acercó con cuidado. —¿Popee?—

El mencionado se dió la vuelta en dirección de quien lo llamaba. El rubor en vez de desaparecer se había incrementado.

—Entiendo.— Respondió Popee seriamente lamiendo su labio, donde quedaba una mancha de miel.— Entonces, en ese caso..— El tono que usaba se había vuelto juguetón, y la faceta seria camiaba a una divertida. —Te dejaré probar la cantidad que quieras.

—..¿Qué?—Preguntó nervioso, sin poder procesar lo que su amigo le había comunicado.

—Lo que escuchaste.— Contestó irritado nuevamente.—Escucha, conociéndo a esos dos Paola va a tener que cuidar más a su acompañante que a cumplir a lo que los mandaron, así que todavía tengo tiempo suficiente para volver antes de que revisen mi tienda.

A pesar de los detalles, Kedamono no estaba entendiendo una mierda.

—Así que necesito de alguna forma limpiarme antes de volver.— Kedamono analizó palabra por palabra en orden una y otra vez.

No Matter! | PopKeda-Kedapop One/Two/Three-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora