tres

665 100 13
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Jin mira con enojo al hombre de piel canela que estaba sentado frente a él; como un rey en su trono, pero lo que realmente molestaba al castaño era la estúpida sonrisa con hoyuelos que parecía burlarse de su persona.

—Quiero que me dejes ir ¡Ahora mismo! —señala con enojo—, no tienes ningún maldito derecho a tratarme así, no soy un objeto.

—Cariño, no puedo dejarte ir. Te recuerdo que hice un trato con tu hermanito Jungkook. —le recuerda, entre tanto, enciende un cigarro.

—¿Es en serio? —pregunta incrédulo— Nadie en el mundo con dos dedos de frente cree que se pueda comprar a una persona a cambio de un helado, no seas ridículo.

—No soy ridículo, soy un hombre de negocio que mantiene su palabra y si fue una broma de tu hermano, pues déjame decirte que le salió mal. Tú te quedarás conmigo.

El castaño niega con la cabeza y se levanta de la silla.

—Te lo voy a volver a repetir, no soy un objeto y si supones que no daré pelea, te equivocas.

—Pareces un cachorrito enojado. —suelta una risa jovial—. Y yo solo te lo diré una vez más, eres mío y yo haré contigo lo que quiera, tendrás que aceptarlo, lo quieras o no. Estarás a mi lado... O encima de mí, como quieras.

Jin lo mira patidifuso y con sus mejillas teñidas de carmesí.

—Esto debe ser una jodida broma.

—¿Me ves como alguien que hace bromas? —alza una ceja—. Solo tiene dos opciones cariño, irte y amanecer con la boca llena de mosca y tus intestinos como comida para perro o quedarte aquí y vivir como un rey, y lo mejor es que tendrás mi verga en tu boca.

—Maldito patán, no soy una puta a la que trataras como muñeca. ¡Quiero irme! —el castaño tiembla de ira, en su cuello se hace notar sus venas y Namjoon solo sonríe divertido.

Bueno, ya ve que no se aburrirá con su nueva adquisición.

Asiente. —Por eso te di dos opciones, tú decides. Aquí nada es obligado, puedo darte tiempo si lo necesitas.

—Eso a mí no me beneficia en nada, —grita, acercándose con intención de golpearlo, pero se detiene cuando los guardaespaldas avanza hacia él— maldito inútil, ni puedes defenderte por ti mismo.

Harto de la situación, el castaño decide salir del despacho para encontrar a su hermano, pero antes de cerrar la puerta puede escuchar claramente las palabras del moreno.

—Tienes hasta la mañana para decirme tu decisión, cachorrito.

Jin rueda los ojos y se encamina por los pasillos en busca de la voz de su hermano. Va a largarse de aquí, cueste lo que cueste.

Namjoon mira la puerta por dónde salió el chico y acariciando su labio inferior con el dedo, suelta una pequeña risa. Ese chico realmente es algo.

—Déjenlo que ande por el hotel, pero que no bajé del piso quince. Y armen las maletas, nos regresamos a Corea. —ordena Namjoon levantándose de su asiento, se gira hacia su guardaespaldas personal—. Estás a cargo de Jin; si algo le pasa, estás muerto. Te recomiendo no perderlo de vista.

ice cream ; namjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora