Touch [Renga]

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Chapter Notes:
Una parte del capítulo será tipo chat. Disculpen si eso les causa alguna molestia, les prometo que esto tiene su propósito.

Gracias por su paciencia. Disfruten la lectura <3

❝Y dijeron que no podemos estar juntos.
Porque, porque venimos de diferentes lados.❞

» My Universe - Coldplay ft BTS

Fue alrededor del mediodía cuando el intenso calor de Okinawa despertó a Reki. Sentado en su cama, mirando a un punto fijo de su habitación y esperando a despertarse por completo, el pelirrojo seguía sintiéndose cansado. Sus ojos todavía ardían un poco, pero suponía que era por haberse quedado dormido llorando.

Viendo el pequeño desorden que siempre tenía en su habitación, el japonés miró a su lado derecho y notó su celular, el cual tenía un notificación que decía Buenas noches Reki <3. Fue recibido a las dos de la mañana.

Oh por dios, por qué era tan tierno y bueno con él?

Fueron solo cuestión de segundos para que su mente recordara todo lo que pasó la noche anterior. Se había quedado dormido durante su llamada con Langa. En ese momento no pudo evitar sentir tanta vergüenza, al punto que ocultó su rostro sonrojado en la almohada y gritó allí para evitar asustar a su familia. Oh dios, ¿Langa le habrá tomado fotos mientras dormía? Tal vez incluso grabó la pantalla para poder avergonzarlo a futuro–

Sin embargo eso no fue todo, recordó que su madre se quedó limpiando anoche, así que decidió ayudarla con lo que sobrara. Desperezándose mientras bostezaba, Reki se levantó de su cama y fue directo hacia la sala. Para su sorpresa, todo se encontraba en perfecto estado, estaba tan impecable que parecía que nada hubiera pasado la noche anterior, tal como si solo hubiera sido otra noche tranquila y normal en sus vidas.
Entrando más a la habitación, pudo reconocer a sus hermanitas gemelas mirando tranquilas la televisión, mientras su madre se encontraba dormida en el sofá junto a ellas, se la veía exhausta.

"Mamá" dijo Reki, mirándola con pena, mientras la movía un poco para poder despertarla. "Mamá"

Cansada, la mujer en sus 40s abrió los ojos y miró a su hijo. "¿Reki?... ¿Qué hora es? ¿Y Koyomi?" preguntó suavemente.