Un inicio

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Por más que me cueste admitirlo, me gusta Pablo. No hay nada más humillante que entender lo ignorante de un estereotipo y aun así caer en él.

Pablo, con su peinado corto y su sonrisa de idiota. A quien he visto de vez en cuando caminar por los pasillos del instituto, riendo con sus amigos sobre chistes omitiblemente genéricos. Quien es amable y se disculpa cuando choca con la gente probablemente porque ha crecido en un buen ambiente. Dolorosamente heteronormativo, aunque eso no signifique mucho en esta época y lugar.

Aun sabiendo lo diferentes que son nuestros mundos, hoy me encuentro viendo la luna por la ventana, suspirando, pensando en él. Maldita tasa de café y malditos reportes de lectura por los que tomé el café. ¿Por qué no puedo pensar en algo menos cliché al menos? Soy una buena persona... la mayoría del tiempo. Sé que no he hecho algo tan malo para merecer querer a alguien inalcanzable.

No paro de recordar la primera vez que hablamos. Yo estaba sentado en la biblioteca, como el perdedor que soy, rompiendome la mente con una tarea para mi clase de física, cuando el chirrido de la silla en frente mío me hizo fruncir el seño ligeramente. Quien fuera que se había sentado en frente mío debía estar furioso o nervioso porque no paraba de toquetear su celular y la mesa. Intenté concentrarme en lo mío pero simplemente no podía resolverlo. Maldita gravedad. ¿Por qué no podemos solo salir volando a la mierda? Con eso, taché lo que debía ser mi milésimo intento y gruñí como un león sin cena.

Entonces oí su voz. "¿Está viendo física?"

En ese momento agradecí cualquier distracción que me pudiera dar aquel extraño. Subí la mirada y le asentí la cabeza suspirando, "Sí". Este chico era muy guapo, pero no le di ninguna indicación de interés. Todavía hay mucha gente que no es tan abierta. "Fallando miserablemente", le dije con una mirada de cansansio.

"¿Puedo ver?", me preguntó poniendo su celular sobre su regazo.

Con una pequeña sonrisa le pasé mi hoja. "Se lo regalo", le bromeé, esperando inutilmente que la tomara.

Después de unos segundos me dijo, "Hay que restar la energía kinética entre ambos satélites."

Me quedé viéndolo por un segundo, sorprendido por su rápido entendimiento. Sin embargo, "Lo había pensado", le dije, "pero no veo suficiente información para sacar las energías."

Hizo un "jmm" y sin perder otro segundo, sacó su celular y comenzó a toquetear la pantalla. "Si mal no me equivoco, la fuerza-", dijo él, a lo que no pude evitar sonreir. "¿Qué?", dijo frunciendo el seño.

"Nada, nada." No quise interrumpirlo porque me estaba ayudando, pero hay cosas que no puedo resistir. Chicos tontos son una de esas, lastimosamente.

Encogió los hombros y siguió, "la fuerza gravitacional es igual que la fuerza centrípeta porque es una órbita satelital... eso significa que esto... es igual a esto... entonces..." Wow. Supongo que algunas personas lo tienen todo. "esta sería la energía y... esta sería la respuesta, más o menos. ¡Voila!" Levantó su brazo para peinar su pelo, flexionandolo involuntariamente en el proceso. Por dicha soy bueno disimulando, pero la vida no me lo hace fácil.

"Debo ser bien estúpido. Llevo media hora partiéndome el cráneo cuando lo pude haber buscado en Google", le dije con una mirada de incredulidad.

Como por cortesía me respondió, "Nah, esa es la magia de la física. No todo se resuelve a pura cabeza."

"No es por delatarlo pero eso suena como algo que diría alguna clase de agente encubierto", comenté, a lo que él sonrió intrigado. Seguí bromeando, "tranquilo, su secreto está a salvo conmigo. Gracias por su servicio", terminé haciendo un gesto de soldado con la mano en la frente. A eso rió ligeramente, con una cara como si no hubiera reído en un buen tiempo. NOPE. No me pondré a analizarlo, pensé.

"Ojalá. Ahorita me serviría tener otra vida", dijo con un suspiro.

No me gustó verlo así. Parece una buena persona, entonces intenté animarlo, "Mm, no me convence. Suena muy maduro para ser estudiante." Se me quedó viendo sorprendido por un momento procesando el comentario. Entonces nos empezamos a reír en voz alta.

Después de unos segundos me dijo entre risa, "Necesitaba oír eso de verdad. Me hizo el día." Ditto, sinceramente. "Soy Pablo", me extendió un puño.

"Daniel", le devolví el gesto. Bueno, era ahora o nunca. "Em, no es por ser raro, pero quiere ir a la cafetería? Estaba a punto de tomar un descanso y usted suena como que también necesita uno."

Entonces su mirada se perdió hacia el lado, pensante. Maldigo mi existencia entera. Dio una sonrisa pequeña y dijo, "No, gracias. Dentro de poco debo irme de nuevo, pero fue vacilón estar con usted."

Con eso agarré mis cosas y me despedí, como lo haría un hombre a otro hombre. Eso pasó hace unas semanas. Desde entonces es como si hubiera comenzado a existir en el mundo. A veces lo veía pero siempre estaba rodeado de gente. Yo sé que todos tienen sus propias vidas y problemas, pero me pregunto qué podrá tener así de triste a alguien tan perfecto.

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⏰ Last updated: Jul 28, 2022 ⏰

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El corazón azul [ b x b ]Where stories live. Discover now