CAPÍTULO 4

11 2 0
                                    

Alba:

Un día nuevo preguntándome ¿Por qué seguía viva aún? cierto no podía morir debía dejar de ser egoísta, tenía que pensar en mi madre reconocer su esfuerzo por mantenerme viva.

Por alguna razón hoy quería vestirme bien quizá tenía ganas de llamar la atención de alguien, me arrope con mi suéter blanco que resaltaba mi color de piel una falda negra y mis infaltables pantis, se me ocurrió ponerme rimel en las pestañas, un poco de gloss para mis labios, volteé hacía delante mire mi reflejo; era mas que claro mis benditas ojeras no tenían solución la unica opcion era "aprender a vivir día tras día con esas grandes bolsas que estaban debajo de mis ojos".

Por otra razón inevitablemente no dejaba de pensar en el egocéntrico, claro él mismo Lyam, al que compare con una cebolla, cubierto por muchas capas, y mi bendito defecto de querer conocer cada cápita que cubría él.
Simplemente no tenía una razón concreta, pero si, quería conocerlo, ¿porqué? -suspire inconscientemente 

 Oí a lo lejos la voz de mamá rompiendo esa burbuja de pensamientos seguidamente baje las escaleras dirigiéndome a la cocina. 

-¿esa sorpresa que ya estas tan temprano vestida? -mamá preguntó burlonamente 

Contrataque volteando los ojos.

Sostuve la cafetera para servirme mi glorioso, exquisito, delicioso, increíble café 

-sabes que eso no es un desayuno Alba, no olvides tomarte tus pastillas, tampoco olvides ir al doctor está tarde. -continuó hablando

Asentí con la cabeza así saliendo de la cocina agarre mi bolso para irme a pie al instituto, hoy era de esos días que tenía que caminar hacía mi destino, me gustaba caminar pero hoy era el dia que ma flojera me acompañaba.
Caminaba mirando hacia abajo e iba saltando entre raya y raya que adornaba el suelo, estaba muy concentrada en solo pisar rayas hasta que una voz me desconcentró

-Oye tú, si tú, ¡oye!

Imposible no saber de quien era esa voz, si el mismo nada ni menos, se trabaja de Andrés, lo conocí en el instituto años atrás era un año mayor, en el tiempo que nos conocimos nos hicimos muy amigos, me agradaba pasar ratos con él desafortunadamente nos distanciamos en las vacaciones, por lo que sabía viajo fuera de la ciudad con su padre así perdiendo el contacto por obvias razones, no era de cuidar bien de los muchos celulares que pasaron por sus malas manos.

-¡Oye! -volteé hacia atrás observando a él y su auto

-¿no puede ser? ¿acaso creciste? eso que solo me fui tres meses -dijo sarcásticamente riendo

respondí  -ja ja ja que chistoso. -volteando mis ojos

-okey te llevare al instituto no es necesario que me ruegues comadre. –echó unas risas obviamente contagiándomela. Aquél chico rubio con ojos verdes, pestañas largas muy envidiables, era esa persona con lo cual tu compañía te sienta bien.

Seguidamente me siente a su lado

-cuéntame algo nuevo, acaso ya eres popular como tu grupito

-aburrido como siempre, ojala hubieras repetido de año así me acompañarías en los almuerzos y no estaría sola. -suspire riendo

-Cierto aún no pasa el tiroteo que tanto anhelas ¿no? –comenzó a burlarse era consciente de mis constantes quejas. 

Eché unas risas seguidamente continuamos hablando de la vida que tan mierda puede ser.

Íbamos a unos metros del instituto, se estaciono seguidamente bajamos del auto  caminamos lentamente hacía el instituto

Oí gruñir a alguien por mi lado, si era él pelinegro, Lyam, me miro por unos segundos volteamdome los ojos sonriendo burlonamente ^muy odioso^ continuó caminando relajadamente.

Antes de salir el solWhere stories live. Discover now