Capitulo 4

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-¡Ay!, ¡Adal con cuidado! -.Suelto un quejido cuando frota demaciado fuerte la esponja contra mi piel sensible-.Vas a gastar mi brazo tienes que frotarme el resto del cuerpo-.Su vista está fija en la pared como si fuese lo más interesante del mundo, veo su mirada de soslayo y como traga saliva de ves en cuando.

-¿Estas segura que no quieres que amenace a la chica de la recepción para que venga a bañarte ella?-. Si cuando le pedí a Adal, que me ayudara a darme un baño, me llamo loca, pero al parecer comprendió que en estas condiciones no puedo hacerlo por mi cuenta.

-Si ya de paso llenas la bañera, para que me ahogue en ella-.Digo con sarcasmo, esa chica me callo demaciado mal-.Adal que estoy con unas bragas y un top puedes dejarte de tonterías.

-Es que hacer esto para mí es muy difícil... no te imaginas cuánto- Susurra lo último y sus ojos se encuentran con los míos, puedo ver un destello de melancolía en ellos. ¿Que es lo que le perturba?aprieta la esponja con demasiada fuerza en mi muslo, dónde tengo un enorme moretón.

-¡Carajo!-.Gimo de dolor

-¡Perdón!-.Me mira con preocupación-.No se en que estaba pensando-.Suspiro.

-Para mí... también es muy frustrante estar en esta situación y siento que tengas que hacer esto por mi-.Me siento como una completa inútil en este momento, pero para mí cada movimiento es tan doloroso como si clavaran un puñal en mi esternón. No se que cara e puesto pero su espreción cambia a arrepentimiento.

-Olvida lo que dije, soy imbécil-.Sonrío.

-Un poquito tonto si que eres al concideralo, tú has sido como esa primera bocanada de aire que tomas luego de estar mucho tiempo sumergido-. Tomo su mano suavemente se siente cálida, veo un destello en sus hermosos ojos y sus labios se curvan dando paso a la más hermosa y sincera sonrisa-.¡Ahora!o me bañas bien ¡o te largas del aquí y yo me las apaño como pueda!-.Niega con una sonrisa.

Me encuentro recostada en el enorme sofá que se encuentra en el salón. La cocina tiene un concepto abierto haci desde aquí puedo ver a Adal metiendo una pizza en el microondas. Trae un chandal gris y una camiseta blanca que deja al descubierto unos musculosos hombros yo en cambio parezco un espantapájaros con una remera y unos boxers suyos, cuando termina se hacerca hacia el sofá.

-Siento mucho que tengas que cenar pizza precalentada-.Se sienta a mis pies en sofa-,pero cocinado soy desastroso-.Sonrío.

-¡Estas loco!, ¡amo la pizza! y llevo años sin comerla-.Me emociono.

-¿No sé si podría sobrevivir sin pizza?

-Bueno yo no estoy muerta-.Sonrie.

-Por que secretamente eres Wonder Woman, estoy seguro que eres capas de sobrevivir a un Apocalipsis-.Suelto una carcajada que mi rostro transforma en una mueca de dolor-.¡Oh mierda!, lo siento, ¿Estás bien?

-Perfectamente-.Sonrío suavemente.

El pitido del microondas nos saca de la conversación. Adal se levanta y pone dos rebanadas en cada plato, me da uno en el sofá por qué por obvias razones no voy a sentarme en la mesa.

El olor que desprende es fenomenal, el primer mordisco se siente como la mismisa gloria, el conjunto de sabores tan éxitos. Había olvidado este sabor que logra que mi mente se transporte a los recuerdos de hace cinco años. Cuando Amon y yo veíamos pelis y comíamos pizza los domingos acurrucados en el sofá. Me gusta poder tener estás sensaciones dónde logró recordar la etapa más hermosa de mi vida.

-¿Que tal está?-Adal interrumpe mis pensamientos.

-Esta increíble-.Tengo la boca medio llena, el sonríe y come su último trozo.

RadneTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon