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Era más de mediados de la década de los ochenta, Jasper aún no había encontrado a su compañera

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Era más de mediados de la década de los ochenta, Jasper aún no había encontrado a su compañera. Y aunque no estuviera desesperado, era un poco extraño. Jasper veía a sus hermanos amarse, veía como Rosalie y Emmett se amaban a su manera, y como Alice y Edward eran el uno para el otro.

¿Por qué él no podía ser amado?

Había sido "amado" antes, pero no era precisamente lo que buscaba. Buscaba un amor real. A Jasper no le importaría pasar la eternidad acompañado de alguien, aunque, no sabía si pensar que era su culpa. Él se alejaba.

Recordó cuando Kate insinuaba cosas hacia él, y él lo único que podía hacer era darle secas sonrisas y limitarse a bajar la mirada de nuevo a su libro. ¿Acaso estaba condenado a estar solo?

Ni siquiera sabía si podía encontrar a alguien, porque no era capaz de salir a lugares públicos. Era frustrante, porque él deseaba tanto tener autocontrol con su sed de sangre, pero no lo conseguía. Dudaba mucho que alguien en su sano juicio pudiera fijarse en él, alguien capaz de ver las cicatrices en su cuerpo, pero eso solo era posible para seres como él.

En Londres, aunque fuera verano, el clima seguía siendo gélido y ridículamente opaco. Para Jasper aquel lugar era extraño, muy diferente a los Estados Unidos. Habían estado en cada estado de su país, pero nunca habían tenido que mudarse a Londres, y aunque Carlisle estaba feliz de volver, nadie se sintió disgustado con los británicos.

Jasper caminaba por las calles de aquella enorme ciudad, era un día muy ventoso, aunque un poco caluroso para los habitantes del lugar. Era apenas mayo y todos los adolescentes comenzaban a verse en las calles, con sus ropas coloridas y compras innecesarias.

No tenía nada más que el insufrible encierro de su habitación. Tampoco quería salir con sus hermanos y la verdad, sentía curiosidad por las calles húmedas y pedradas de Londres. Caminó un poco, viendo de todo un poco, juzgando todo un poco, pero todo le gustó un poco. No quería hacer caso a las miradas de las personas a su color de ojos, no es que fuera especial, solo inusual.

Caminó hasta el centro de la ciudad, estaba muy poblado, eran casi las cinco de la tarde y la gente seguía haciendo sus compras veraneras. Jasper intentó matar e ignorar la sensación en su garganta, caminando como si fuera uno de ellos, como si estuviera interesado en un bañador ridículamente descubierto, o quisiera comprar un flotador para alejarse de su ruidoso hermano Emmett, o del sarcasmo estúpido de Edward.

La sensación y dolor le calaban la garganta, lo podía sentir. Podía sentir el cosquilleo, la sed inmensa y el olor tan dulce, a veces cítrico, le inundaba las fosas nasales.

Caminó un poco más, adentrándose donde estaban las tiendas de música, se sintió más relajado y más a gusto. Aunque había muchos más adolescentes que en el lugar anterior, la cantidad de personas se reducía solo a gente viendo por las vitrinas y murmurando cosas como: "Desearía tener ese álbum" "Es genial, lo he escuchado" "Guns N Roses es genial".

Heroin || Jasper HaleWhere stories live. Discover now