Proposición

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Mi nombre es Alice John, tengo 26 años de edad, soy diseñadora de ropa interior y vendo mis diseños en línea. Hace un tiempo mi madre enfermó y tuve que buscar algún ingreso extra para sustentarla a ella y hermano. Hace unos días fue despedida de donde vinieron mis ingresos extras. Llegaba a mi casa bajo la lluvia, decepcionada, pensando en lo que haría; al día siguiente debía de buscar trabajo, no podía recordar a mi madre que había sido despedida. Mientras estaba sentado en unos escalones antes de entrar a mi casa, un vecino que siempre pasaba por ahí se detuvo, bajó de su vehículo con un paraguas. —Jorge— Hola niña, ¿qué haces bajo la lluvia? Te puedes enfermar. —Alice— Ya lo sé pero es que no podía esperar más para llegar a casa. —Jorge— Ya llegaste y aún te sigues mojando. —Alice— No quiero entrar a mi casa y tener que decirle a mi madre que me despidieron del trabajo, tengo que comprar medicamentos carísimos y mi hermano está terminando su carrera de médico que yo también pago. —Jorge— Niña veo que tienes problemas. —Alice- Ahora ve por qué no entro? —Jorge— Es posible que ya tengas un trabajo, si estás de acuerdo. —Alice— Que trabajo? Dígame lo que sea que yo lo hago! —Jorge— No es un trabajo cualquiera señorita, debe estar dispuesta pero le aseguro que a su hermano y madre no le faltará nada. —Alice— Dígame lo que es Don Jorge. —Jorge— Mire Alice, el señor con el que trabajo necesita una esposa y creo que usted es la persona indicada. —Alice— ¿Una esposa? Pero eso es como venderme. —Jorge— No lo veo así Alice, todo es bajo contrato y siempre hay cláusulas.
—Alice— Don Jorge muchas Gracias pero ese trabajo que ofrece no puedo realizarlo, discúlpeme. Entraré en casa.

—Jorge— Si cambias de opinión ya sabes dónde encontrarme, cuídate y que todo se resuelva.

Entré a mi casa, sabía que debía de enfrentar mis problemas, mientras iba camino a mi habitación escuchaba a mi madre y hermano hablar.

—Alice— Qué pasa?

—Morelia— Hija estás toda empapada!

—Alice— No te preocupes mami, díganme qué pasa?

—Rafael— Hermana no pasa nada, por cierto a mamá se le terminaron las pastillas mas importante del tratamiento.

—Alice- Mami no te preocupes mañana las compraré..

—Morelia— Ay hija tienes tanta carga en esta casa!

—Rafael— No te preocupes mamá que yo pronto terminaré y podré trabajar, por cierto Alice el último semestre debo de pagarlo el viernes y es el doble de lo normal.

—Alice— El doble de lo normal?
—Rafael— Si, ya es el último. Después viene la graduación y ahí si se va mucho dinero.

—Alice— Ok, me voy a dar un baño, voy a descansar.

Fui a mi habitación y la carga aún era más pesada. Miraba la foto del fondo de pantalla de mi celular, debía de hablar con mi amor platónico el Gran Nick Harrison, el hombre más importante del país, el me escuchaba siempre en silencio, lo más probable es porque estaba en una foto.

Al día siguiente me levanté muy pero muy temprano y esperé a mi vecino fuera de su casa.

—Jorge— Alice!! Al parecer ya tienes una decisión.

—Alice— Don Jorge no quiero que piense mal de mi pero la verdad necesito el dinero.

—Jorge— Venga conmigo, no le demos larga a esto.

Me subí al vehículo de Jorge, mientras iba de camino pensé muchas en decirle que me dejara en una esquina y salir corriendo pero recordaba que mi madre necesitaba sus medicamentos y mi hermano terminar sus estudios.

—Jorge— Llegamos Alice!

—Alice— Como que llegamos Don Jorge?

—Jorge— Aquí esta quien le ayudará con su problema de dinero y a quien usted ayudará.

No lo podía creer, estaba en la empresa del hombre más importante del país, mi amor platónico, espero tener la dicha de poder verlo, por cierto la empresa era un banco internacional.

Entramos a la oficina e iba detrás de Jorge, de repente nos detuvimos en una oficina y entramos.

—Jorge— Nick?

—Alice— A caso dijo Nick? El nombre del gran Nick?

Nick se dio la vuelta ya que estaba de espaldas.

—Alice— Buenos días.

—Nick— Quien es ella?

—Jorge— Ella es su futura esposa!

—Nick— Veo que ya encontraste una.

—Jorge— Alice él es Nick Harrison y Nick ella es Alice…

—Alice— Soy Alice John.

—Nick— Ok, entonces y le explicaste en qué consiste este trabajo?

—Jorge— No del todo señor.

—Nick— Ok, ya veo que le importa el dinero, entiendo que si la trajiste es porque es de fiar.

—Jorge— Estás en lo cierto.

—Nick— Señorita, estas son las reglas de nuestro contrato matrimonial.

—Regla numero 1: No preguntar el motivo de nuestra boda.

—Regla numero 2: Jamás me hablará de amor.

—Regla Número 3: Delante de todos seremos el matrimonio perfecto.

—Alice— Las entiendo perfectamente señor.

—Nick— Otra cosa, deberá de mudarse a mi mansión pero sin su familia, solo usted.

—Alice— Entiendo señor, disculpe la pregunta y sobre mis beneficios monetarios?

—Nick— Claro vamos a donde realmente deseaba llegar usted, todas las semanas se le depositarán 50,000 mil dólares.

—Alice— 50,000 mil dólares?

—Nick— Crees que es poca cantidad?

—Alice— No señor, es mucho dinero.

—Nick— Señorita cuando el contrato esté listo yo mismo iré a su casa a llevarlo, necesito saber quiénes son la familia de mi futura esposa Falsa.

Esposa CompradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora