CAPÍTULO 9

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—Te amo tanto Jean —dijo Fleur mientras acariciaba el pecho desnudo de Jean— Tu me amas?

—Claro que te amo mi ángel —contesto Jean mientras acariciaba su espalda—

—Y harías cualquier cosa por mi? —pregunto mientras se sentaba frente a el—

—Claro que si mi ángel —contesto mientras fruncía el ceño— Porque preguntas eso?

—Quiero que te divorcies de la estúpida de Alice —dijo mientras se cruzaba de brazos— No entiendo porque no lo has hecho si ella te hizo a un lado por el mocoso ese Jean

—Mi ánge....

—Piensa en todo lo que te ha hecho y toma la mejor decisión —dijo mientras le daba un beso en los labios para después salir de la cama— Voy a bañarme

Jean suspiro frustrado ante la situación en la que lo había puesto Fleur

—Todo hubiera sido diferente si el estuviera sano —dijo mientras tapaba su rostro— Yo amo a mi Alice....Pero ella solo piensa en André, y yo dónde quedó?

Cada vez que Jean pensaba o hablaba del pequeño André su rostro cambiaba completamente, cualquier persona que no supiera que aquel André es su hijo pensaría que es su peor enemigo.
Y mientras aquel hombre seguía entre las piernas de su amante, su esposa estaba en el Hospital de Oncología de París esperando a la doctora que la había acompañado desde que se enteró de la enfermedad de su pequeño hijo

—Me imaginó que ya están los resultados —dije mientras veía a la doctora entrar—

—Así es Alice —contesto mientras suspiraba— El día que le di el alta a André revise sus estudios y vi algo que no me gustó para nada, pero no quería decirte nada hasta estar segura de lo que yo pensaba

—Y ya esta segura? —pregunte a lo que ella asintió levemente— Que pasa con mi hijo?

—Los linfoblastos se triplicaron, la leucemia esta más fuerte que nunca —dijo la doctora mientras suspiraba— Yo.... Yo jamás había visto algo así, además....

—A...Además? —hable con la voz entrecortada—

—Localizamos un tumor cerebral conocido como Gliomas del tronco encefálico

Las lágrimas de Alice salían sin control, sentía que su corazón se rompía a pedazos con cada palabra de la doctora que tiene frente a ella

—Y...Y que procede? —pregunte—

—Nada Alice —contesto francamente—

—N...No le e...estoy entendiendo —dije mientras negaba con la cabeza—

—De verdad lo siento mucho —dijo mientras bajaba la mirada—

—Dígame que esta pasado —dije mientras mis lágrimas se acumulaban en mis ojos— No estoy entendiendo nada —O más bien no quiero entender—

—Medicamente ya no hay nada que hacer por André —dijo mientras agarraba mi mano— Las quimioterapias que recibió hace algunas semanas no sirvieron de nada y el tumor cerebral complica la situación —soltó un profundo suspiro— Recuerdas sus cambios de frecuencia cardíaca o la falta de oxígeno? —pregunto a lo que yo asentí— Eso es provocado por los Gliomas del tronco encefálico, trate de buscar una solución.... p...pero no la hay —dijo mientras bajo la mirada— No hay algo que pueda hacer sin complicar más su estado, el cuerpo de André está tan débil que no aguantaría —dijo mientras daba un leve apretón en mi mano— El ya no puede más Alice

—Entonces tengo que dejar morir a mi bebé? —pregunte mientras lloraba—

—De verdad lo siento mucho Alice —dijo con sus ojos cristalizados— Yo he estado con ustedes desde que detectamos su leucemia cuando tenía un añito —dijo mientras se sentaba a un lado de mi— Y me duele no poder hacer nada por el.... pero quiero decirte algo desde lo más profundo de mi corazón —dijo para después fijar mi mirada en mi— Te admiró.... admiró lo valiente y lo dedicada qué has sido, Gracias a ti la vida de André se prolongó... porque tu no te diste por vencida, y perdona que lo diga pero a mi me da tanto coraje ver en la TV o en Internet que tu esposo es un gran padre que apoya a su hijo cuando NUNCA hizo nada. Desde que les dije que André tenía leucemia JAMÁS lo volví a ver —volvió a sostener mi mano— En cambio tu, eres una gran madre... Hiciste más de lo que podías, eso jamás lo dudes

—C... Cuanto? —pregunte con temor—

—No lo sabemos —dijo mientras bajaba su mirada— Puede ser en cualquier momento

Alice estaba destrozada, su corazón dolía incluso peor que cuando se enteró de la infidelidad de sus esposo. Su razón de vivir, el amor de su vida se estaba apagando poco a poco por esa maldita enfermedad. La rubia se dejo caer por la pared en cuanto salió de aquel consultorio, su llanto brotaba de una manera incontrolable necesita el apoyo de alguien, el apoyo de quién le juro amor eterno en el altar... Era estúpido sabiendo que el podía estar con la otra, pero lo necesitaba

—P...Por favor contesta J...Jean —dije mientras tenía mi celular en el oído— T...Te necesitó

Pero aquella llamada no era contestada, Alice llamaba una y otra vez mientras que Jean estaba teniendo sexo una vez mas con su amante, si su amante, porque aunque el diga que es el amor de su vida, aquella chica morena no es más que su vulgar amante

—A...Ah Jean —gemía Fleur—

El celular de Jean seguía sonando sin parar, ella sabía que la responsable de aquello era Alice así que Fleur se aferraba mas a el

—No contestes —dijo Fleur con la voz agitada—

—Es Alice —dijo mientras veía la pantalla de aquel celular—

Fleur al ver que el chico tenía la intención de atender la llamada de su esposa, tomó aquel aparato y lo estrelló contra la pared

—Sigamos con lo nuestro mi amor —dijo Fleur mientras sonreía de lado— Te amo

—Y yo a ti mi ángel

MI SEGUNDA VIDA Where stories live. Discover now