Capitulo 1

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La gente caminaba tranquilamente por los pasillos del aeropuerto, algunos estaban emocionados caminando con sus maletas, otros solo caminaban tranquilamente, tal vez solo, tendría que recoger a algún familiar, mientras que Demian, corría por el pasillo, sin importarle que chocara con otras personas.

Nunca se detuvo a pedir perdón y menos quienes lo maldecían de lejos. Cuando al fin llego a la puerta de entrada, levanto su mano, ansiosa mente. Pero a pesar de eso ningún taxi, se detuvo. Los segundos parecían hacerse eternos, y Demian empezó agarrarse la cabeza con desesperación, sentía tantas ganas de llorar. Pero ninguna lagrima escapo de sus ojos.

Un taxista que no había tenido mucha ganancia ese día, se acercó para probar si tendría suerte con este sujeto, aunque su auto apestaba a cigarrillo. A Demian no le importó, subió rápido azotando la puerta, sin saludar dio su dirección rápidamente.

"llévame a villa buena vista"

El taxista, quien parecía ser un beta de treinta años, respondió, pisando el acelerador. Durante el viaje ninguno de los dos hablo, solo se podía escuchar el radio, el cual despedía una música deprimente, que se entrelazaba con las nubes que cada vez se oscurecían más. Se suponía que este día, un brillante sol estaría, en la cima del cielo, iluminando con su bella briza llena de felicidad. Pero al parecer después de que recibió aquella llamada, todo a su alrededor empezó a volverse oscuro, sentía una opresión en su pecho pero, no podía entender ese sentimiento, que lo hacía sentirse agobiado.

Ya había pasado veinte minutos, pero a un no podía, llegar a la residencia. Y eso le hacía perder la paciencia, era de entender que el viaje fuera largo, ya que su casa se encontraba fuera de la ciudad. La villa buena vista era como un pueblo donde vivía la gente más adinerada, así que era lógico que estuviera apartada de la ciudad, así evitar a la demás gente que estuviera fuera de su nivel.

Como el viaje era largo, Demian decido tomarse una pequeña siesta, no logro dormir mucho, antes de recibir, la llamada por parte del mayordomo. Estos últimos cinco años se la paso viajando de un lado para el otro, es decir, la mayor parte del tiempo no solía estar en casa, y de hecho de que fuera de un lugar a otro no era por tema de trabajo sino que solía irse con sus amigos a fiestas, conocer gente nueva era un pasatiempo para él. Por lo cual estar en casa no era urgente, no necesitaba trabajar, ya que siempre tendría en su tarjeta dinero que nunca se acabaría, autos lujosos, departamentos con grandes espacios y lo mejor siempre andaría un alfa que le suplicara que se acostara con él y formaran una relación, pero esta idea siempre sería rechazada por Demian, quien tenía una fuerte idea de ser un omega libre. A pesar de que tenía compromisos con su familia.

Ya había pasado tres horas cuando el auto se detuvo, en la entrada. El taxista viendo como Demian se quedó dormido decidió, toca su hombro con un pequeño golpe. Este se despertó rápidamente, pero por la expresión de sus ojos parecía a haber olvidado que abordo un taxi. Para evitar una confusión, el beta hablo rápidamente.

"señor hemos llegado, pero no sé cuál de todas las mansiones, desea ir" Demian que rápidamente recobro el sentido dijo.

"solo siga derecho, en la tercera mansión" el auto no tardó en llegar, y cuando al fin estuvo frente los portones de la misión, Demian se bajó, no pregunto la tarifa del viaje, pero le dio el dinero, que seguro aquel hombre tendría para comer toda la semana.

No hubo necesidad de hablar, por el comunicador, las puertas se abrieron automáticamente, como si ya esperara su llegada. Cruzo todo el pasillo de flores y al llegar a la puerta, aquel mayordomo, quien parecía hacerse más viejo cada día. Le sonrió y lo invito a pasar adentro con un toque de nerviosismo.

"buenas tarde, señor Demian"

"¿Qué está pasando? ¿Dónde está el? Deje todo votando allá, por venir aquí a verlo pero ni un rastro o llamada de el"

"el señor vendrá dentro de poco, no se preocupe"

"eso espero. Iré a darme una ducha, cuando venga dile que valla directamente a mi cuarto" cuando dijo eso, no espero la respuesta y subió rápidamente por la escaleras y perdiéndose en la pasillo de la derecha. Demian aunque no lo demostró estaba nervios y a la vez asustado, de lo pasaría, cuando el llegara. Espero todo el día y se quedó dormido cuando se hizo las dos de la madrugada, pero él nunca llego, paso el segundo día, y luego un tercero. Hasta llegar a cumplir la semana, fue cuando realmente apareció por la puerta, pero cuando los dos se miraron cara a cara se dieron cuenta, que ya nada volvería a ser igual. 

COMPROMISO ROTOWhere stories live. Discover now