CAPITULO I

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SOBREVIVIENDO COMO ARTISTA.

_ De acuerdo ! - Chisté de mala gana.-

Subí las escaleras del edificio protestando por dentro, mientras las llaves del apartamento tintineaban con la sacudida de mis pasos.

Gregoria otra vez me recordaba que debía dos meses de renta, que llevaba un par de meses sin pagarle.

Apenas me daba para comida enlatada y unos cuantos pomos de pintura. Había podido ahorrar una parte cuando comencé a crear mis propios lienzos, pero la vieja Gregoria quien llevaba los ruleros de la noche anterior y más arrugas que un Shar Pei en el rostro, insistía en que debía pagarla junta, por el retraso.

Intenté hacer horas extras en el bar de Billie, pero mi temperamento no se llevaba del todo bien, con la clientela de aquellas horas. Y mi cuerpo agotado comenzaba a apagarse involuntariamente cada dos por tres, haciendo que mi famélico bolsillo vomitara los pocos dólares que me llevaba de las propinas, para la compensación de los vasos que terminaban regados por el suelo.

Decidí que no era una buena combinación y comencé a enfocarme en mis pinturas, las cuales exponía en el pequeño garage de Muss. Un chico que había conocido en el bar, que como yo, intentaba ganarse la vida con su arte.

El era el baterista de una banda apenas reconocida por un puñado de personas. Pero entendía perfectamente mi ambición. Y encontramos una forma de ayudarnos mutuamente.

Así que cuando la gente pasaba a ver mis cuadros, me convertía automáticamente en la chica panfletos.
Repartiendo un folleto un tanto punk del próximo toque de la banda.

Entré al apartamento 34 en el cuarto piso, apartando con el pie un par de cuadros de la entrada y tratando de no pisar algo de pintura fresca que estaba derramada en la moqueta. Di un pequeño salto hacia la cocina, donde el resto de la cena de ayer, me esperaba en el refrigerador, listo para ser devorado antes de comenzar mi turno.

Billie custodiaba la entrada mientras veía la aguja del reloj llegar al uno, en el momento exacto en el que entraba por la puerta.

_ Cinco minutos tarde Karen!

_ Lo se Billie lo siento, es que pareciera que los semáforos se pusieron en mi contra y la señora de mi edificio me retuvo otra vez, para hablarme de la renta que le debo hace dos meses.

_ A veces no entiendo si eres idiota o muy ambiciosa. Deja ya esas pinturas, te dije que te daría el manejo del bar una vez se fuera Kentucky. Podrías pagar un mejor apartamento que esa porquería en la que vives y comerías algo mejor que las sobras que te llevas. - me vio fijo.- Se que no se evaporan en el freezer. - me regañó.-

_ Lo se. Necesito pensarlo mejor Billie, las pinturas son mi elemento, no es sencillo dejarlas, gracias a ellas estoy donde estoy.

_ Exacto. - Dijo negando con la cabeza.- Solo recuerda que no estará vacante por siempre, y confío en ti para que lo tomes. Hace cuanto trabajas aquí? Cuatro años quizá? Y que has logrado hasta ahora, que no sea un garage de un borracho fracasado que conociste en el bar?

Hice una mueca.

Quizá Billie tenía razón, sin dudas cobraría el doble de lo que ganaba, pese a que no fuera demasiado, podría pagar la renta que debía y ahorrar para mudarme a otra ciudad, donde tendría muchas más oportunidades de desarrollarme como artista.

Volver a lo mismo.

Sin dudas era agobiante, afrontar y aceptar que había fracasado nuevamente. Tanto estudiar, para terminar trabajando en un bar, rodeada de personas que no sabrían diferenciar un Monet de un charco de vomito.

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⏰ Última actualización: Aug 05, 2022 ⏰

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