De quíen es la culpa [Kyoten]

[𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟐𝟏]

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Viejos recuerdos, nuevos tiempos. Revolución en marcha. [½]

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Un hermano puede no ser un amigo...

pero un amigo será siempre un hermano

—Masaki háblame.— Estaban en medio de la ciudad. El de orbes dorados no dejaba de caminar a paso veloz, a pesar de que su pelirosa novio le llamaba. —Se que estas molesto pero mírame aunque sea.—

El contrario se negaba a siquiera mirarlo, caminaba sin frenar ni un poco. No sabia que eran esas sensaciones clavadas en su pecho y corazón. ¿Frustración? talvez ¿Tristeza? desde luego ¿Miedo? Ohh demasiado. 

—...— No habia respuesta.

—Por favor... podemos arreglarlo solo escúchame.— Kirino parecía estar jugando un juego del gato y el ratón con Kariya Masaki dado que el chico solo caminaba a paso veloz delante de él desde que salieron del hospital por las calles de la ciudad, no miraba al peli rosa en ningún momento solo mantenía su mirada puesta en su camino sin rumbo con una mirada indescriptible para Ranmaru. Pero algo era evidente, tenía muchos sentimientos desbordándose. Se sentía frustrado, triste , enojado y... también asustado.

—...— El peli rosa estaba envuelto en miedo porque Kariya lo ignoraba, temía que su relación llegara a su fin.

—¡Masaki!— Volvió a insistir ya desesperado —¡Por favor mírame!— Dio un fuerte paso adelante para tomar el brazo de novio haciendo que fuera un poco hacia atrás hasta quedar recostado en su pecho de espalda, Kirino lo envolvió con sus brazos temiendo que se fuera. —Escucha.... lo siento, se que debía pensarlo mejor pero en esa situación no había nada que pensar, sabes que Tenma y yo llegamos juntos al Sector V y me siento en la obligación de irme con él. Te prometo que me cuidaré, que me mantendré lo más lejos de Shindou como pueda, no le hablaré.... Pero por favor no.... me dejes— Parecía que iba a romper en llanto, pero este cesó cuando sintió algo mojado sobre sus brazos. Kariya estaba llorando.

—Eres un... grandísimo idiota Kirino Ranmaru.—  Coloco su mano sobre el brazo del más alto apretando pero no de manera dolorosa. —Ustedes dos son tan suicidas que me hacen enojar. Es verdad, debiste pensarlo mejor, debieron... ¡Son-n unos tontos! estúpidos... idiotas... — Y rompió en llanto, Kariya como alguien que vio de cerca como su amigo y novio sufrían en su oscuridad sentía su sangre arder y un sentimiento de empatia pura. Su tristeza era su tristeza, una frase que se había quedado clavada en la amistad de los SEEDS.

Ranmaru sentía las miradas de la gente que circulaba clavadas en ellos, les hizo un movimiento con la mano pidiendo perdón. Abrazo a Kariya por los hombros y lo llevo a un parque cercano. Comprando una botella de agua de una máquina cercana dándose para que la bebiera.

—¿Ya estas mejor?— Aun seguía dándole palmadas en la espalda, Kariya se había calmado y le dio un ceño fruncido luego al pelirosa.

—Si no vuelven en una pieza y mentalmente estables quemare Raimon ¿Entendido?— Ranmaru asintió frenéticamente mientras el otro suspiraba. —Siempre pueden llamar y pedir auxilio si los están matando.—

—¿Vendrías a salvarme?— Se comenzó a pegar a el dándole cariño y besando sus mejillas.

—Mejor muérete.— Dijo Kariya sonrojado pero sonriendo. Aunque aún no estaba convencido si todo saldría bien.

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El camino a casa parecía nostálgico, hace mucho que no caminaba por ese lugar desde que se fue en busca de venganza amarga, al pestañear podía visualizar los fantasmas de un niño y una niña corriendo junto a un perro y una forma esférica que debía ser su vía a un camino lleno de sueños y felicidad.