Capítulo 64

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                                                Adiós

Shawn Hogeda 

Me quedé en casa de mi hermano, y al día siguiente por la mañana me fui al aeropuerto, mi avión salía las dos de la tarde, pero ya no quería estar cerca de ella.

Jeason me dijo que el ya estaba esperándome en el aeropuerto de casa.

No sabía si había hecho lo correcto, si me había equivocado, o nada de nada, solo sabía que yo estaba mal, mal así como que si el avión se caía no me iba a importar mucho.

Estaba a las ocho de la mañana sentado en un aeropuerto, totalmente solo, con la cabeza cabizbaja y una valija a mi lado. ¿Qué podía estar peor?

No digas eso, es por tu bien

Sabía que Areli iría a buscarme, por eso decidí venir. 

Me quedé allí, las horas pasaban, veía cada vez a mas personas, ¿Cuándo me tocaría a mi ser completamente feliz como todos parecían serlo allí?

Finalmente anunciaron que mi vuelo partiría, me moví con pasos lentos hasta las escaleras mecánicas, había demasiado ruido y me molestaba, así que me puse mis auriculares.

Subí hasta el siguiente piso, iba a dejar la valija, de chiquito siempre me gustaba ver como desaparecía tras la cortina.

Areli Boyne

Me levanté luego de haber estado en la cama durante toda la noche y toda la mañana, debo admitir que quise llorar, pero simplemente de mis ojos no salía nada, no habían lagrimas, solo un enorme vacío, uno  que creo nunca podré volver a llenar.

Me levanté y corrí hasta la casa de Billy, el no podría haber ido a otro lado.

Golpeé tres veces, nadie salió.

Volví a golpear

-Ey, ¿Qué crees que haces? son las 11 de la mañana loca desquiciada -soltó cuando abrió la puerta aun adormilado y casi sin ropa-

-¿Tu hermano? -le pregunté-

-No lo sé, debe estar durmiendo -volvió a entrar a la casa y yo entré detrás de el-

-Búscalo, dile que lo busco 

-Ay pero que mandón el minion -me miró con desgrado-

Esperé, esperé y esperé, definitivamente el no volvió por un buen rato.

Moría de nervios y ansiedad, miré cada rincón de la casilla, hasta que me di cuenta que en la mesa había una hoja.

"Ya me fui a casa, fue hermoso verte, prometo volver" 

Salí hasta el aeropuerto, la nota podría a ver sido de hace media hora o de esta mañana, pero de igual manera necesitaba salir tras de el, solo quería besarlo por ultima vez y decirle que estaba bien, que lo entendía, que ninguno de los dos debía cargar con la culpa.

Shawn Hogeda

Sentí dos golpes en el hombro, me volteé y había un chico, me saqué los auriculares.

-Hola, ¿necesitas algo?

-SI! Por fin alguien que habla inglés, necesito si me puedes decir por favor a que hora sale el vuelo a Australia.

-Oh, si claro, -me volteé a ver la cartelera- ¿allá? -la señalé- ¿la ves? ahí dicen los horarios 

-Muchísimas gracias, me has salvado la vida -rio y siguió su camino-

Areli Boyne

Llegué al aeropuerto y comencé a mirar cada lugar, cada espacio, cada sitio, podría estar allí, o a verse ido hace horas.

Miré los horarios, el próximo vuelo hacia Canadá salía en veinte minutos, miré hacia las escaleras, debía estar allí.

Y lo vi, estaba hablando con otro chico, aún podía curarlo por ultima vez.

Shawn Hogeda

Dejé al chico atrás, volví a ponerme mis auriculares y caminé hasta la maquina, la chica detrás del mostrador asintió sin ni siquiera mirarme, dejé la maleta y seguí mi camino.

Areli Boyne

La escalera estaba llena de personas y no avanzaba en lo absoluto, no me quedaban mas opciones. 

Entonces me puse a gritar su nombre. 

-¡Shawn! ¡Shawn! -intenté avanzar entre la gente pero era imposible-

Shawn Hogeda

No estaba seguro de irme, realmente, no sabía absolutamente nada, no estaba seguro de nada de lo que había hecho en las últimas 24 horas. 

La canción terminó, y entonces la escuché. Era ella, podía reconocer su voz a miles de kilómetros, Areli estaba ahí.

Me quedé quieto, como una estatua, no sabía si voltearme a verla, ¿Qué pasaría?

Cerré mis ojos con fuerza, quise voltearme, pero no, no era lo correcto, con toda mi fuerza de voluntad comencé a moverme, a dejarla atrás.

Areli Boyne

Se fue, se detuvo por un momento, pero no volteó, siguió su camino, y no pude decirle que estaba bien.

Shawn Hogeda

Subí al avión, tomé una pastilla para dormir y despertar cuando llegue a casa. No quería pensar.

Cuando llegué hacía frio, muchísimo, y era extraño, estábamos en verano. Incluso había una leve llovizna, el clima estaba en mi contra.

Entré al interior del aeropuerto, allí estaba esperándome Jeason.

-¡Ey! ¡Hermano! -me abrazó- ¿Cómo estás? te extrañé

-Hola -carcajeé- también te extrañé

-¿Como te fue?

Lo pensé unos segundos, me encogí de hombros, el arrugó su frente.

-¿Y Areli?

-Ella... se quedó allá, en su hogar

-¿Qué? -abrió sus ojos-

-No va a volver, no lo hará -sonreí triste-

-¿¡Por qué!?

-Esta cumpliendo su sueño Jey, está bien -seguí caminando-

-¿Su sueño? -soltó-

Volteé, sabía lo que el había pensado.

Areli se había ido a cumplir su sueño, al igual que Stella.

Ella no va a volver © [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora