Heart Dreams

Capitulo No. 4 ¿Qué Hice?

Abro la puerta y enciendo la luz del corredor, lo primero que se ve es un poster de Han Solo firmado por Harrison Ford, la casa es estilo minimalista, pero como toda nerd le hice unos cambios muy a mi estilo por todas partes había retratos de mis películas y series favoritas, libreras llenas de libros de diferentes autores al igual comics, lo que más resalta con los cuadros, pinturas, accesorios e incluso colección de diferentes super héroes, villanos, películas de diferentes años. Muy pocas personas saben de mis gustos particulares.

Tomo su gabardina negra y la cuelgo en el perchero junto a mi saco me agradece. Lo guio hasta la sala, espero su respuesta mira con atención toda la decoración de mi particular gusto jamás trato de esconderlo y es imposible hacerlo con alguien como Joseph.

-Ahora ya veo porque lo dices – al fin hablan sin apartar la vista del cuadro de Val Kilmer como Batman

-Si lo sé, es raro ¿no? – llamo su atención

-No la verdad es que no – responde sonriendo

Al fin puedo respirar con normalidad – hay que bueno creí no te gustaría normalmente no suelo invitar a personas a mi casa – digo apenada mirando al suelo

Toca mi barbilla entre sus dedos levantando mi mirada – no debes avergonzarte de quién eres si alguien causo esta inseguridad en ti es un maldito estúpido tu eres una persona excepcional eso es lo que te hace única mi bello lirio – dice en voz ronca muy cerca de mi rostro

-Hace tiempo no te escuchaba decirme así – ignoro lo que dice cambiando de tema, su cercanía es tan cálida

Cierro los ojos su toque recorre mis mejillas en suaves caricias de las yemas de sus dedos, su aliento se mezcla con el mío. Estar de vuelta con él es tocar la misma gloria, sus caricias son los pétalos de una bella y suave rosa. Sus labios son mi perdición tan adictivos el sabor amargo a tabaco son mi debilidad si esta vez lo arruino como la última vez no sé qué será de mí; de ambos no soporto la lejanía que hay en medio de la oscura noche en mi interior él es la luna iluminando mi ser no importa que tan tenue sea. Mi alma grita llena de dolor y no se calmará hasta tenerlo de vuelta y permanecer juntos hasta el último día de nuestras vidas. Lo necesito de vuelto

Abro los ojos embelesa en su encantadora belleza no aparta la vista de mí, sus orbes ámbar siguen igual de brillosos desde que volví a verlo, ese brillo jamás lo olvide era lo que me mantenía viva todos estos años lejos de su presencia, por mi insensatez, mi impulso y mis inseguridades en su máximo apogeo termine arruinando toda la relación que tuvimos, aun sigo pensando como pude ser tan idiota.

- Lo sé, no sabes cuento te extrañe – susurra dulce

Me abraza envolviendo mi cuerpo en sus brazos aparta mi cabello de mi hombro derecho esconde su rostro en la curvatura de mi cuello, esto es nuevo. Deposita un beso en esa zona un cosquilleo recorre mi cuerpo, la sensación de sus besos sobre la zona sensible de mi piel.

Sala de su escondite sus orbes ámbar conecta con mis ojos marrones rodeo su cuello por instinto Joseph abraza mi cintura ambos miramos los labios del otro, doy el primer paso. Beso sus labios, tarda unos segundos en seguirme, toma entre sus dientes mi labio inferior pidiendo mi consentimiento para profundizar el beso, accedo abro un poco más la boca, nuestras lenguas exigen aún más del otro, deja de ser un beso dulce, lleno de necesidad a uno demandante nuestras lenguas pelean en una danza buscando el control sobre el otro mientras exigente, me cuesta seguirle el ritmo a Joseph. Tocamos el cielo con este simple toque es todo para nosotros. La falta de aire es evidente nos separamos dando bocanadas de aire; nuestros pechos suben y bajan recarga su frente en la mía.

-Te necesito tanto – gimo sobre sus labios apenas audible

Deslizo mis manos a su pecho en busca de más contacto no resisto estampo mis labios sobre los suyos deseando más de él, las manos de Joseph toman mi cintura con firmeza aprieta la zona sin lastimarme me hace caminar hacia tras mientras nos besamos con pasión, me acorrala contra la pared, creando una especie de prisión con su cuerpo y sus brazos a mi alrededor, una de sus manos se dirige a mi cuello lo rodea con sus grandes dedos su otra mano toma con fuerza mi cintura acercándome más a él, nuestros labios no se separan, mi lengua baila en una danza erótica junto a la de Joseph. Quiero que toque mi cuerpo como solo él sabe hacerlo, bajo lentamente mis manos desde su pecho hasta la hebilla de su jean trato de quitarle, pero Joseph me detiene se separa bruscamente.