7 DATES: JUNGKOOK (BTS) *FINALIZADA*

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Fui la última en entrar a ese jacuzzi, ellos se estaban riendo como se reían siempre, como si todo lo que acababa de ocurrir hubiera sido una tontería, sin embargo yo tuve que quedarme un rato sentada en la cama con la mirada perdida y bebiendo agua para reponerme. Jimin parecía volver a ser el de siempre, me ayudó a bajar los escalones del jacuzzi porque todavía me temblaban las piernas, después me atrajo a su cuerpo con sus brazos y Jungkook y Taehyung estaban justo enfrente. Eran los tíos que conocía, y eso lo hacía todo aún más siniestro.

—Si tan solo me lo hubierais dicho...

—Lo siento Jimin-ssi. —Dijo Jungkook refrescándose la cara con agua. —Yo habría esperado un poco más para decírtelo.

—Por eso me fío más de Taehyung que de ti. —Respondió Jimin arqueando una ceja. —Siempre quieres la diversión para ti solo.

—Culpable. —Admitió con una sonrisa.

—La próxima vez hay que organizarlo mejor. —Se reía Taehyung. —La logística ha sido nefasta, yo me he tenido que conformar con una paja, deberías haber sido más generoso Jimin, si no hubiera sido por mí ni siquiera estarías aquí.

—¿Más generoso? —Apuntaba sibilino. —¿No tuviste suficiente en Milán?

No entendía nada entre ellos. No entendía a Jimin, pero sobretodo no entendía a Taehyung ¿Qué clase de juego era este? ¿Qué era yo? ¿Un juguetito para sus más que depravados deseos? En fin, ni que pudiera quejarme ni un poco... Estaba aquí metida como castigo a mis propias acciones, todo podría haber quedado entre nosotros dos pero yo decidí meter a Taehyung y Jungkook en esto. Jimin pasaba las puntas de sus dedos entre mis piernas, como si no fuera peligroso bajo el agua, como si no me hubiera hecho sufrir lo bastante ya. "¿Y tú como estás, cariño?" Decía en mi oído acercando sus labios a mi cuello. "¿Te lo has pasado bien?" No sabía qué responder a esa pregunta, yo disociaba cada vez que me veía en situaciones como esas... 

Era como si fuera otra persona. Jimin se había propuesto sacar esa confesión de mi boca, sentía lo que sus dedos me estaban haciendo, ¿Es que este tío nunca tenía suficiente? "Dilo... Que te ha encantado ser nuestra. Y ser mía... Cariño... Te encanta que te use." Ah, joder. "Noona todavía tiene que aprender a comunicarse mejor... Pero yo me encargaré de que aprenda." Sonreía Jungkook con el brazo de Taehyung por encima de sus hombros. "Así que le vas a enseñar a ser tan obediente como tú..." Dijo Taehyung mirándome con los ojos entornados y la lengua en la comisura de sus labios. Jimin tenía su cabeza apoyada en mi hombro. "Me encantará ver como la destruimos..." Dijo afilado cerca de mi mandíbula. Y ahí estaba yo, siendo consciente de que lo que había pasado esta noche no iba a ser algo eventual.

—¿Y cómo lo vamos a hacer para compartirnos la custodia? —Preguntó Taehyung. —Jimin-ah, ¿te tendremos que pedir permiso?

—Sigue siendo mi chica. —Suspiró. —Tendréis que pedirme permiso a mí, pero también tendréis que pedirle permiso a ella... No la vamos a obligar a nada que no quiera hacer. —Decía usando sus dedos cada vez con menos compasión. —¿Verdad? Tú quieres esto tanto como nosotros...

—Aaaah... Jimin, por favor... Para...

—Tenemos que tener cuidado con el jefe, si se entera de esto—

—Kookie sigue siendo tan ingenuo como de costumbre. —Le cortó Jimin. —El jefe ni se imagina esto. Por dios, somos los jóvenes, los ángelitos... ¿Quién podía imaginar esto de nosotros?

—Podríamos estar follando en toda su cara y ni así sería capaz de creérselo. —Se reía Taehyung.

Ni siquiera yo era capaz de creérmelo y estaba ahí en medio. En mitad de todo... ¿Cómo podría haber imaginado que esto terminaría pasando el día que firmé mi contrato con Hybe? Aquella imagen de Jimin que se conjugó en mi cabeza el día que le conocí quedaba tan lejos que apenas era una ilusión. Esto ni siquiera se acercaba a ese trío que ahora me parecía inocente, era una orgía sucia y macabra en la que Jimin era el puñetero jefe de todo. "¿Me dejáis un ratito a solas con ella?" Pidió Jimin del todo cándido, con su voz más tierna como si así lograra engañar a alguien. "Prometo llevarla a la cama cuando terminemos aquí."