•𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟐𝟔•

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 →𝐇𝐚𝐰𝐤𝐢𝐧𝐬, 𝟏𝟗𝟖𝟓.

—Bueno... Creo que ya está todo —Ethan cerró el maletero de su coche y miró a su familia.

—Ten mucho cuidado, ¿vale? Nada de meterte cosas raras. Y llama de vez en cuando, que sepamos que estás bien. Si tienes problemas de dinero nos llamas y...

—Mamá, estaré bien —agarró las manos de su progenitora—. Solo me voy a la Universidad. Blair también lo hará el año que viene.

—¿Quién lo diría? Con lo que hemos peleado contigo por el tema de los estudios, y terminas con una media genial y admitido en la Universidad —Joseph se acercó a su hijo—. Estamos orgullosos de ti. Siempre lo hemos estado y siempre lo estaremos —entre su mujer y él le abrazaron. Ethan miró a su Tyler y a Steve, que también estaban allí.

—Que te vaya muy bien, Ethan —le dijo la morena—. Aquí te estaremos esperando aunque a veces me sigas cayendo mal —el chico soltó una carcajada y la abrazó.

—El sentimiento es mutuo, Harrington —se separó de ella y fue hacia el mayor, a su amigo.

—Ojalá vernos pronto. Te echaré de menos, hermano.

—Y yo a ti —también le abrazó—. Cuídala mucho, ¿vale? —pidió en un susurro.

—Lo haré. No te preocupes —Ethan asintió y le dio un par de palmadas en la espalda antes de separarse y mirar a su hermana pequeña.

—¿Estás llorando?

—¿Yo? Ya quisieras —Blair se secó un par de lágrimas que cayeron por su rostro, el chico rió antes de abrazarla—. Me vas a dejar aquí sola.

—Vendré de visita en Navidad y para las vacaciones de primavera, enana.

—¡Da igual! ¿Ahora yo con quién critico a la gente del instituto? Me has abandonado completamente —se separaron, y él dejó un beso en su frente—. Estoy orgullosa de ti, ¿sabes?

—Yo debería estarlo de ti. Sabes que todo lo que consigo es tuyo también, por apoyarme siempre incondicionalmente.

—Te lo ganas a pulso, hermanito —la rubia sonrió y abrazó nuevamente a su hermano—. Te voy a echar de menos.

—Y yo a ti, pequeña —se alejó de ella para mirarla—. Dile a Harrington que como se pase un pelo contigo, le mato —aquello lo dijo de manera que solo lo escuchase ella. Blair no pudo evitar reír, y asintió con su cabeza. Ethan caminó hacia su coche y miró por última vez a su familia—. Os quiero con mi vida.

—Y nosotros a ti —Joseph abrazó a su hija por los hombros, que volvió a sollozar cuando vio a su hermano mayo arrancar e irse—. Vale, se acabó la pena —él también se secó algunas lágrimas—. ¿Qué os parece si vosotros vais a por una película y nosotros nos encargamos de hacer la cena? Siempre y cuando queráis quedaros, claro.

—Sabes que yo acepto sin problemas —respondió Tyler con una sonrisa.

—¿Pues a qué esperáis?

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—¡Eh! —unas voces más que conocidas para ella hicieron presencia en su alrededor al bajarse del coche. Sonrió al ver a Tyler y a Robin acercarse—. Madre mía, nuestro último año. ¿Os lo podéis creer? Porque yo todavía lo estoy asimilando.

—Yo he de decir que tengo un poco de miedo —reconoció Robin.

—Esto no es nada. Peores cosas hemos vivido.

Ya hacía una semana que Ethan se había marchado a la Universidad, por lo que el curso acababa de empezar. A Blair se le iba a hacer bastante raro no ver allí a su hermano ni a Steve, ya que ambos se habían graduado.

Agápē ||Steve Harrington||Where stories live. Discover now