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Maratón 5/6

—Por favor no me dejes en ridículo. —Le pidió Haneul a su mamá mientras llevaba las bebidas a la sala. —Por nada del mundo vayas a sacar el álbum de fotos.

Haneul estaba organizando toda la casa para la llegada de sus nuevos amigos, se sentía nerviosa pero emocionada porque ellos conocieran algo más privado de su vida.

—¿Pero no son tus nuevos amigos? —Su madre preguntó con una mueca de tristeza. Era algo así como una tradición que cada que Haneul traía a alguien mostraba ese álbum lleno de la infancia de Haneul.

—Mis nuevos amigos vienen a celebrar las buenas calificaciones, no a ver mis fotos de bebé. —La miró desafiante y su madre terminó por prometer no mostrar nada de ese álbum.

—Me alegra que te hayas conseguido nuevas amistades. —Eunji le dió un abrazo y ella arrugó la nariz tratando de liberarse de los brazos de su madre. —¿Cuáles son sus apellidos?

Había llegado el momento que temía. Su madre era una mujer tanto hermosa como llena de defectos y prejuicios, había sido educada de una manera particular en donde no importaba que tan bueno seas, tu apellido era el importante. También había querido que así fuera Haneul, pero ella había decidido formar amistad con quien fuera bueno y leal con ella, no con quien tenía el apellido más costoso.

—¿Para qué quieres saber eso?

—Para saber si conozco a sus padres.

—Solo conoces a Hyunjin, los demás no son de apellidos famosos, son chicos los cuales sus padres trabajan de empleados en empresas y ya.

—O sea que no son...

—No, no son de clase alta. —Haneul la miró seria con las manos cruzadas.

—Bueno, no pasa nada, lo bueno es que tienes amigos nuevos. —Soltó una carcajada fingida.

Al sonar el timbre Nari se apresuró a abrir las puertas, la primera que avanzó al hogar fue Jiwoo a la cual le brillaban los ojos viendo el candelabro de la familia Kang. Los demás también estaban muy embelesados por la casa, incluso Minho, pero no se lo iba a demostrar a Haneul aunque comenzaba a caerle bien.

—Bienvenidos a mi casa. —Apareció Haneul vistiendo una camisa blanca manga larga y una falda negra con unas botas de plataforma. —Pasen a la sala, tengo algunos aperitivos y el televisor el cual lo podemos usar para ver películas y jugar con la consola de video juegos. —Haneul trató de ser la mejor anfitriona posible, justo como había observado tantas veces en las casas amigas que visitaba.

—No inventes, lo más emocionante que hacemos cuando vamos a casa de Minho es limpiar su cuarto. —Sonaba bastante sorprendido el menor de los Australianos.

—Todavía y te invito. —Minho rodó los ojos y siguió a Haneul a la sala mientras reía.

—Pueden tomar lo que quieran. —Explicó Haneul y Jisung no se hizo esperar siendo regañado por Minho. —En serio, lo que quieran. —Soltó una pequeña carcajada.

Los chicos comenzaban a entrar más en confianza y en la sala solo se escuchaban risas y anécdotas. Siendo sincera esta reunión la había hecho más por agradecer a Bangchan por su ayuda, pero claramente si solo salían ellos dos no se hubiese sentido cómoda. Pero en este momento se sentía como pez en el agua hablando con todos.

Jugaban videojuegos mientras comían y algunos solo reían por las derrotas de sus amigos, Jiwoo y Haneul estaban hablando de manera más cercana sobre los dramas del momento y sus grupos favoritos de K-Pop.

—¿En serio tienes álbumes de blackpink? —Le preguntó animada.

—Claro, podemos subir a verlos si quieres. —Jiwoo se levantó rápidamente y Haneul copió su acción. —Ya venimos, se quedan en su casa. —Les guiñó un ojo antes de ser tomar la mano a Jiwoo y llevarla hacia las escaleras.

—Ojalá si fuera mi casa. —Murmuró Felix y Minho rodó los ojos.

—¿Vas a negarme que no te encanta esta mansión? —Preguntó Seungmin mientras robaba el Internet de la casa.

—Es... linda. —Se arrecostó en el sofá para seguir jugando con Hyunjin al Mario Kart.

Mientras los chicos molestaban a Minho por ser tan resentido, Haneul abría la puerta de su habitación para invitar a pasar a Jiwoo. Apenas abrió la puerta de la habitación la chica sonrió mirando a su al rededor, fijó su vista rápidamente al multimueble de Haneul acercándose para ver su colección de álbumes más de cerca.

—Puedes ver el que quieras. —Le sonrió y Jiwoo comenzó a verlos todos guardando cuidado de no dañarlos. —Esta Photocard es muy bonit- —Se volteó a mostrarle a Haneul hasta que vió a la bola de pelos que se encontraba al lado de la cama de la chica.

—¿¡Tienes un Hamster?! —Dejó todo en su antiguo lugar y se acercó al pequeño animal. Haneul sonrió al ver la ternura en los ojos de Jiwoo mientras observaba a su mascota.

—Su nombre es Sushi y su mayor actividad en el día es dormir. —Jiwoo lo acarició un poco sin despertarlo y luego chilló de la emoción.

—Es muy bonito. Yo tengo una perrita llamada Berry, la adoptamos en Australia y la íbamos a dejar con mi abuela pero no fui capaz y la trajimos. —Se veía emocionada al hablar de su mascota.

—Algún día debes de presentarmela. —Le pidió y se quedó más feliz cuando Jiwoo se lo prometió.

[...]

—¿Ya saben que casi viene la feria? —Jiwoo se notaba emocionada por el tema que acababa de tocar.

La feria de la ciudad llegaba cada dos años para quedarse ahí durante lo que restaba del año siendo la mayor diversión de los adolescentes por ese tiempo. Era un lugar colorido lleno de juegos, comidas y muchas personas.

—Sí, hay que ir todos. —Changbin señaló a todos.

—Nunca he ido a una feria. —Haneul soltó de repente y todos la observaron como un bicho raro.

—Estás jugando. —Afirmó Seungmin mirándola confundido.

—No, hablo en serio.

—¿Dónde habías estado metida? —Jiwoo la sacudió por los hombros. —¡Tenemos que ir! Yo nunca he ido a una de las que hacen aquí pero en Australia me encantaba ir.

—No sé si sea muy mi lugar.

—Sí fuera tú lugar deberían hacer la feria en una mansión. —Dijo Minho con una clara burla.

—Y si fuera tú lugar deberían hacerla en una peluquería de señoras chismosas. —Todos comenzaron con los abucheos y Minho en vez de sentirse ofendido se notaba orgulloso.

—Tus insultos comienzan a mejorar. —Minho le halagó y Haneul le lanzó una palomita de maíz.

—Aprendí de los tuyos, y no de la mejor manera, sino de los cuales no debo decir. —Todos abuchearon y luego la tarde siguió en risas.

Crazy Over You [Terminada] | BangChanWhere stories live. Discover now