Capítulo 4

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No sé por qué pero en mi rostro se forma una enorme sonrisa y guardo su número.

¿Eso quiere decir que ya no piensas que soy periodista o quiero fama?
Enviado.

No, lo siento, a veces no sé en quien puedo confiar realmente.
Recibido.

Lo entiendo.
Enviado.

De hecho, me enteré de que eres pediatra.
Recibido

Claro, Johann me estaba sacando información.

¿Sigues ahí?
Recibido.

Si, estaba pensando en quién te lo dijo.
Enviado

¿Eso importa?
Recibido.

En realidad, no, sé que fue tu amigo.
Enviado.

Tienes que entender, él sólo piensa en mi bienestar.
Recibido

Me lo imagino ¿Y ya se acabó la fiesta?
Enviado.

No, pero preferí ya no salir.
Recibido.

Siento haber arruinado tu noche.
Enviado.

No lo hiciste, bueno para ser honesta si la arruinaste un poco, cuándo me dijiste que no estabas aquí buscándome por lo guapa que soy.
Recibido.

Yo suelto una enorme carcajada, se ve tan engreída que jamás me hubiera imaginado que tiene sentido del humor.

Eres bastante creída ¿no crees?
Enviado.

Sonrió mientras espero su respuesta.

Una esposa no debería decirle eso a su esposa.
Recibido.

Bueno, esta esposa es bastante sincera.
Enviado.

Creo que te firmaré el divorcio mañana mismo, antes de que destroces mi ego.
Recibido.

Buena idea, creo que me iré a descansar, ha sido una noche bastante extraña.
Enviado.

Me lo dices a mí, que hace solo unas horas me enteré que llevo 11 años de casada.
Recibido.

En mi defensa diré que yo me enteré hace unos días.
Enviado.

Ya veremos qué pasa, confío en Johann, es un excelente abogado y sé que va a encontrar una solución.
Recibido.

Eso espero, buenas noches, Daniela, descansa.
Enviado.

Tú también María José, buenas noches.
Recibido.

Dejó mi teléfono en el buro y me acomodo en la cama, cierro los ojos y recuerdo el beso que me dio Daniela, por instinto llevo mis manos a los labios, no puedo creer que no reaccionará a tiempo y evitará el beso, en fin, estoy segura de que esto no se volverá a repetir, después de un rato por fin logró quedarme dormida.

Despierto algo tarde, la luz del sol entra por la ventana y me cubro con la almohada, me levanto sin muchas ganas y me voy directo a la ducha, me pongo un pantalón beige y un suéter blanco, pongo un poco de crema en mi cara y dejo mi cabello suelto.

Salgo de la habitación y me quedo sorprendida, mi padre y Daniela están desayunando cuando me ven.

—Buenos días, hija — Saluda mi papá.

—Tardes diría yo, te levantaste demasiado tarde María José— Dice Daniela sonriendo.

—¿Qué haces aquí Daniela?

Mi padre se pone de pie.

—Bueno hija, yo las dejo, voy a salir a caminar un poco.

—Juanca, te haré llegar mi camiseta firmada y si sigues aquí para el siguiente juego no dudes que tendrás entradas en la zona vip.

Matrimonio Inesperado [Adaptación Caché] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora