'Modelo'

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Nami era un chico bastante apuesto, y gracias a su afición por el dinero y gran mente logró tener una de las más grandes empresas de perfumes en el mundo.

Ese día se encontraba algo cansado, no quería gastar dinero en una modelo, por lo que todo el día estuvo dando vueltas en su cama, hasta que se le prendió el foco, ya tenía una modelo: ¡Luffy!

Universo paralelo.

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Nami estaba bastante cansada y de mal humor, tenía que contratar a una modelo para el perfume que iba a sacar, pero vamos, ¡No quería gastar dinero! Sinceramente hubiera accedido si estuviera de buen humor, pero como la situación era diferente, no.

Rodaba de un lado a otro en su cama buscando una solución rápida. Recordó el olor del nuevo perfume: Un ligero toque de lavanda junto con un sorprendente aroma a mar. 

Ni ella sabe como lo logro, solo sabe que ese día se alegró de haber prestado atención a las clases de Vivi.

Lavanda y mar—pensó.

Lavanda y mar; lavanda, mar e inocencia; lavanda, mar, inocencia y libertad; ¡Lavanda, mar, inocencia y libertad! 

Chasqueó la lengua, ya tenía en mente a quién le recordaba esas características, su querido amigo Luffy.

Confiaba plenamente en sus estilistas, ellas se encargarían de modificar un poco a su amigo.

Marcó el número—¿Luffy? 

¡Yo! ¿Sucede algo, Nami?

Sí, sí. Necesito un favor, es urgente.

—¡Claro! Estoy en 5.

Pobre alma.

Luffy cuando llegó pensó encontrar algún problema con la iluminación, ordenar a las chicas, quizá algo roto, pero definitivamente esto no.

—Me niego.

Nami lo abrazo por la cintura—¡Vamos! Solo van a ser una fotos y algo de maquillaje. Te juro que solo eso.

El azabache miró con miedo a las estilistas quienes lo veían como carne fresca para devorar—No lo sé...

—¡Vamos! Después te invito a comer. ¿Qué dices?

—Sí... como sea. Soy todo suyo, señoritas.

Y la pobre alma llegó a manos del diablo.

Nami rió divertida al ver como las chicas empezaban a inspeccionarlo lentamente, de pies a cabeza, y en cuestión de segundos se podía ver como todas tenían un solo objetivo.

Una de las chicas se le acercó antes de que se vaya—¿Con peluca o sin?

Nami vio a su amigo siendo maquillado por las chicas, mientras volvía a la mirada de emoción que le dirigía la que tenía en frente—Como ustedes quieran⁓.

Quizá sí entrego a su amigo al matadero, pero era algo de maquillaje y cambio de ropa. Nada más.

A los segundos Nami ya se había retirado, para que las chicas puedan hacer su trabajo plenamente—Muy bien, chico bonito, veamos que hacer con tu rostro.

La primera dama empezó con algo de base del color de la piel del chico, luego la segunda se acercó con algo de rubor, dando ligeros toques. Después de que la segunda se retirara se acercó la tercera, esta quedándose un momento quieta verificando algo—Sí, como pensaba. No necesitas rimel. Te toca.

𝙊𝙣𝙚 𝙥𝙞𝙚𝙘𝙚|𝙊𝙣𝙚-𝙨𝙝𝙤𝙩𝙨Where stories live. Discover now