Llegué a mi departamento y lo primero que hice fue adentrarme a mi habitación, tirarme a la cama y llorar.
Seguía sin creer que Su-oh ya sabía todo y Seo-jun se enteró a la mala.
Mientras lloraba, el sonido de mi teléfono resonó por la habitación, busqué mi teléfono entre las sabanas y por fin di con el, miro la pantalla y un número desconocido marcaba.
Contesté.
— ¿Hola? — me quité los restos de lágrima que habian quedado en mis mejillas.
— Eun-yeong, Su-oh tuvo un ataque de pánico.
— ¿¡Qué!? — exalté — voy para allá.
Tomé un abrigo y salí de mi casa corriendo, llegué a la parada de taxis mientras llamaba alguno. Cinco minutos y nada, opté por correr lo más rapido que podía hacía el hospital, la vida de mi hermano estaba en riesgo.
En medio del camino, divisé un taxi y lo detuve, pedí que me llevara al hospital. Una vez ya fuera, salí rápidamente.
Adentro, comencé a preguntar a la chica de recepción sobre Su-oh.
— Disculpe — decía con respiración agitada — Lee Su-oh, ¿En qué habitación esta? ¿Le sucedió algo?
— Lee Su-oh, habitación trece. Actualmente esta conectado a la máquina, tuvo un ataque de pánico.
— ¿Sabe si fue ocasionado o algo? — preguntaba a punto de llorar, creí que sus ataques de pánico habían desaparecido.
— No lo se señorita, su tutor está en la sala de espera, por el momento nadie puede pasar a su habitación.
¿Tutor? ¿Escuché bien?
Hice una reverencia y empecé a buscar al "tutor" de Su-oh, buscando con la mirada, miré a mi "papá" sentado mientras Seojun platicaba con él.
Seojun levanto su mirada, al verme indicó que me acercara, lo cuál hice. Ya cerca, se levanto del lugar pasando por mi lado.
— Le conté a tu papá de que Su-oh es Leo, espero a ninguno de los dos les moleste. — me vió de reojo y se fue, no me esperaba que llegara a confesar tan grande secreto.
Me acerqué a mi papá, él tan pronto como me vió se levanto y me abrazó mientras me pedía disculpas.
— Dios mío, en verdad lo siento Eun-yeong, perdóname. — sollozaba — perdóname por no haber estado ahí cuidandote.
— Solo sueltame que no puedo respirar. — me soltó y respire un poco — ¿Por qué dices eso?
— Su-oh tuvo ataque de pánico porque se desahogo conmigo, pero no de una buena forma, fue a gritos. — Lo miré y suspiré.— Me dijo que por mi culpa fuiste violenrada, ¿por qué nunca me dijiste? pude meter ese tipo a la carcel.— dijo para después soltarse a llorar.
— Dios. — suspiro y me acercó a él. — Ya tiene tiempo que pasó, de todas formas si les decía iban a hacer un escándalo. Ese hombre… falleció de cáncer pulmonal.
— ¿Cómo sabés eso? ¿Y si te engañaron? — Decía alterado.
— No me engañaron, una amiga se encargo de enviar fotos de su funeral.
— Eun-yeong, perdóname. — Se acercó a mi mientras llorava y me abrazaba. Solo palmeo su espalda.
────────────𖥸──────────── Treinta minutos después, dejaron que pasaramos a la habitación de Su-oh, mi padre me pidió que fuera yo primero y así lo hice.
Estaba nerviosa, apenas ese mismo día habia tenido una pelea con él, el echo de haber mencionado que me iba a ir de aquí no me agradaba mucho, me vería como una doble cara.
Me acerque a la habitación, afuera de la puerta tomé aire y conté hasta cinco para después tomar el valor suficiente y abrir la puerta.
Y ahí estaba, conectado a miles de cables, ¿Por qué le habían vuelto los ataques de pánico?
Su-oh me volteo a ver para después formar una pequeña sonrisa sincera. Se me aguado el corazón con tan solo verlo, me dolía.
Puede que nos hayamos peleado, distanciado e incluso oidado, pero no solo era mi hermano, era mi mejor amigo y no lo podía odiar.
— Su-oh… — me acerque a la camilla y tomé su mano acariciandola.
— Lo siento… Perdóname Eun-yeong, perdóname por haber sido un idiota después de la muerte de Seo-yeon, perdón.
— Su-oh, no es momento para pedir perdón… Estás mal. Pensé que tus ataques habian desaparecido, pero volvieron a aparecer y por mi culpa.
— Siempre siguieron apareciando Eun-yeong, solo que nunca te lo dije, no quería que te preocuparas más por mí, suficiente tenía con que me trataras cómo mi mamá...
— Dios — solté una risita — siempre me gustó trataré así — tomé una de sus mejillas y la apachurre.
— No hagas eso que duele. — fingió un lloriqueo, cosa que me causo gracia. En definitiva, no le quedaba lo tierno.
— Yah… No hagas eso, no te queda ser tierno. — reí.
— Mi novia dice que si me queda. — me quedé sorprendida, ¿Su-oh tenia novia? ¿Desde cuando?
— Whoa, Le Su-oh todo un adulto, ya tiene pareja. ¿Cómo es? ¿Es linda? ¿Te tratá bien? ¿Me la vas a presentar? ¿Ya la conocía? — comenzé a llenarlo de preguntas, me interesaba quien era la afortunada.
— Me aturdes con muchas preguntas… prometo que te la presentaré, tarde o temprano. — sonrió.
— Te creó hermano mio.
— ¿Y tú? ¿Aún no tienes a nadie? — dijo un tanto curioso.
— Aún no he intentado algo serio con alguien… Tu sabes... Aún no lo supero.
— No es el único hombre en el mundo Eun-yeong, hay muchos, y mucho más guapos y caballerosos. A él ya olvídalo.
— Mjm. — asentí — creó que es hora de irme Su-oh, te veré mañana — acaricie su mejilla, me despedí con mi mano y salí de la habitación.
Me alegraba mucho volver a hablar con el como antes, que no dejabamos de hablar, siempre teniamos un tema de conversación extra.
Sonreí, estaba a punto de irme cuándo una voz ronca me detiene. ¿Por qué ahora?
— Eun-yeong — hizó una pausa — ¿Podemos hablar?
Volteé y ahí estaba él.
— Está bien, Seojun.
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Holaa gente bella.
Una disculpa por demorarme en actualizar, no tenia mente alguna para poder seguir.
Pero volví a ver la parte en donde Su-oh le dice sus verdades a su papá y después tiene un ataque, llore de nuevo jakajak.
Y bueno, eso es todo, muchas gracias por leer este fic, se les ama.