Me abalancé hacia HueningKai. Quien estaba acostado en mi cama. Me posicione entre sus piernas y él me abrazó por el cuello.
—Te extrañe, te extrañe tanto. Nunca mas me vuelvas a dejar por favor. Te amo, perdóname.— Estaba llorando mientras me aferraba a él como si mi vida dependiera de ello.
—Binnie, lo amo. Yo también lo extrañe, no tiene idea.— Me agarraste el rostro y limpiaste mis lágrimas con tus suaves manos.
Pude ver como tus ojos brillaban con amor hacia mi y como se cristalizaron.
—No te vuelvas a ir por favor, n-no vuelvas a dejarme, Kai.— Pude recordar como tú te sentabas en mi regazo y nos besábamos en el recreo.
También pude volver a recordar cómo dormías con un peluche abrazado a ti.
Cómo te sonrojabas y jadeabas cada vez que dejaba besos húmedos en tu cuello.
Te extrañaba cada célula de mi cuerpo.
También pude recordar cómo nos separamos. Como todo se fue a la mierda en una semana.
Me separé de ti y me senté en el colchón. Palmee mis piernas para que te sentaras en ellas y así fue.
—¿Puedo darte un beso?.— Pregunté mientras agarraba tu carita. Pude verte más de cerca y te pusiste más lindo de lo que eras.
—No tiene porque preguntarme, Bin. Hágalo.— Pusiste tus brazos sobre mis hombros y te acercaste a mi cerrando los ojos.
Y te bese. Tus labios sabían a fresa, tal vez de un bálsamo que usabas. Chupe tu labio inferior y lo mordí, sacándote un gemido.
—Volviste.— Dije después de romper el beso por falta de aire.
—Bueno, supongo que no toda la vida iba a estar ahí. Teníamos que estar aquí por el trabajo de mi madre. Así que nos mudamos de nuevo y...Quería verlo.— Me diste un piquito y me sonreíste.
—¿Entonces te quedarás a vivir aquí?.— Mis ojos se agrandaron y mis pupilas se dilataron.
—Si, estaré aquí con usted de ahora en adel...—
No te deje terminar porque te bese y me posicione sobre ti. Te bese de una manera tan hambrienta y frustrada que nunca pensé besarte de esa manera. Agarre tus muñecas y las puse sobre tu cabeza juntas. Rompí el beso y fui directo hacia tu cuello.
—¿B-Bin?.— Tratabas de regular tu respiración. —Ah.— Se te escapo un gemido cuando simule una embestida.
—¿Recuerdas cuando me dijiste que eras mío?.— Seguí chupando y mordiendo tu cuello. Asentiste. —Dímelo.—
Pude ver como tus mejillas tomaban un color rojizo. Estabas tan apenado, me encantabas.
—S-Soy suyo.— Volví hacia tu rostro y te besé.
Escuchamos pasos subiendo las escaleras y nos separamos rápidamente.
—Mierda.— Dije susurrando mientras arreglaba un poco mi apariencia.
Te mire y estabas asustado. Tú no estabas mejor. Tus labios estabas hinchados y rojos, tu cabello revuelto y tus muñecas un poco rojas por la presión con la que te agarré.
Llego mi madre con unas frutas para darnos.
—Les traigo sandía y naranjas.— Sonrió, las dejo en la mesita de centro y se fue.
Cuando se fue solté el aire que no sabía que estaba reteniendo. Me acerqué a ti al ver que estabas sobando tus muñecas.
—¿T-Te lastime? Lo siento amor, no era mi intención hacerte eso. Pero es que me emocione y...—
—Quiero que lo haga de nuevo, gomita.— Me miraste con una sonrisa traviesa y ojos de cachorro.
—¿Qué? ¿No te lastime?.— Sonreíste y me besaste.
—Usted nunca me lastimaría, Binnie. Al menos de que yo se lo pida.— Asentí convencido de lo que decías. Porque era verdad.
Recuerdo el día en el que me pediste que te pegara. Inconscientemente sonreí al recordar eso.
Aunque había algo que no cuadraba. Si tú madre me odiaba y te alejo de mi Justo por eso. ¿Por qué estabas aquí ahora mismo?.
—Precioso. ¿Por qué estás aquí? Si tú madre me odia.— Solté una pequeña risa y tome tu mano.
—Oh, eso. Bueno, mi madre no sabe que estoy aquí con usted. Le dije que iría a ver a Taehyun y me quedaría en su casa. Así que me tendré que quedar con usted.— Una mueca se pinto en tu rostro y fue inevitable no sentirme mal.
No sabía porque le caía mal a tú madre. Pero Yeonjun y Beomgyu me habían dicho que ella pensaba que yo estaba haciéndote Gay o algo así.
—Que niño tan rebelde. No hay problema, te puedes quedar aquí si quieres toda la vida, mi amor.— Me pegaste en el pecho y me abrazaste.
—Yo soy un niño bueno, no se de que habla.— Hiciste un puchero y fue inevitable no besarte, así que lo hice.
—Una vez me pediste que te pegara.— Tus mejillas ahora eran rojizas.
—E-Eso n-no se dice, Bin.— Tartamudeaste y casi sales corriendo si no es porque te agarre fuertemente de la cintura.
—No, no te vas, no otra vez.— Sonreí con tristeza y te bese.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La tarde se basó en risas y uno que otro beso. Me contaste que habías hecho nuevos amigos y que estabas feliz ahora que estabas conmigo. Por un momento sentí como tu sonrisa que dabas mientras me contabas las cosas, era la cura para mi corazón vacío y roto.
—Te amo.— Dije de la nada mientras estábamos viendo una película.
Habíamos terminado de comer y me ayudaste a lavar los trastes. Mientras lavábamos trastes se reproducía la canción «Want You Back de 5SOS». Nos pusimos a bailarla mientras la cantábamos, me la habías dedicado.
—Yo también lo amo, mucho, muuuuucho más.— Hiciste un piquito con tus labios y me jalaste hacia ti para que te diera un beso. Siempre eras así, querías toda mi atención y a mi no me molestaba dártela.
—¿Me disculpas por todo lo que te hice? Se que fui un completo idiota. Y en serio no te merezco, pero te amo tanto para dejarte ir. Te necesito.— Mis lágrimas te alertaron y rápidamente asentiste como loco.
—Yo le perdonó lo que sea Bin. Ya habíamos hablado de esto antes, y ya le dije que no importa. Usted es muy importante para mi, lo amo con locura. También lo necesito.— Me abrazaste mientras yo lloraba en tus brazos.
—Te amo y te cuidare de ahora en adelante.— Para mi, eras como una rosa. Una rosa muy hermosa, que no debe de ser cortada, debe de recibir amor y cuidado.
—Yo también lo cuidaré.— Suspiraste y te alejaste de mi para darme un beso.
Llore haciendo eso KANDBDBD. Voten y comenten, me apoyan mucho a seguir esta historia :3
