Chapter Five

47 9 0
                                    

Era ahora o nunca.

Ahora mismo Louisa se consideraba a sí misma cobarde y debil por hacer lo que iba a hacer.

Iba a alejarse del que alguna vez pensó que sería el amor de su vida, así sin más, se iría mientras él estaba en Canadá.

Lo "correcto" hubiese sido hablar maduramenre con el en persona, pero no, Louisa era una cobarde y egoísta, no quería pasar por esa conversación, no quería ver como Aidan se desmoronaba frente a ella mientras hablaba.

"Cobarde, cobarde, cobarde" se repetían en su mente mientras compraba los boletos de autobus que la llevarían a un lugar lejos, mientras empacaba sus cosas, mientras le escribía una carta al ojiverde, mientras salía del departamento con una maleta detrás de ella, mientras susurraba un "lo siento" que nadie escucharía.

El amor a veces no dura para siempre, Louisa lo había confirmado.

°°°°°°°°

Aidan llegó a su departamento una semana después como era lo acordado, no le sorprendió que Louisa no fuera a recogerlo al aeropuerto.

–¡Estoy en casa!– grito esperando a que alguien le contestara, no fue así.

Camino por la sala, la cocina, y la habitación buscando a Lou, no la encontró, tal vez había salido por comida o algo así.

Decidió que era buena idea darse una ducha mientras llegaba su Lou. Abrió el armario para buscar la ropa que se iría a poner después de bañarse y oh.

Oh.

La mitad del armario estaba vacío, la ropa de Louisa no estaba ahí. Sintió como el aire dejó de llegar a sus pulmones. No, no, no, esto no estaba pasando, no. Tal ves era un mal entendido.

Su vista ahora borrosa viajo por toda la habitación viendo que algunas cosas estaban diferentes, faltaban cosas, cosas de Louisa.

Noto que en la mesita de noche había una carta al parecer para el. La abrió con manos temblorosas.

"Lo lamento. Enserio lo siento. No quería que esto fuera así.

No creo tener una explicación para esto, solo, no te amo como lo hacía antes, y enserio, nunca fuiste tu, soy yo, es una frase cliché pero ahora queda.

Por un tiempo me obligue a amarte, mi mente decía que te amaba y que tu eras el amor de mi vida pero mi corazón no concordaba con eso. Puedes llegar a imaginar lo frustrante y desesperante que fue eso para mí. Lo doloroso que fue darme cuenta que ya no te amo, fueron muchas lagrimas y noches sin dormir.

Quiero que sepas que eres una persona maravillosa en todos los sentidos, tienes una resistencia enorme y espero y algún día puedas perdonarme por esto. Disfrute como no tienes idea el tiempo que pasamos juntos, pero, todo termina.

Por favor, no me busques. Algún día nos volveremos a ver.

-Louisa.

Lágrimas ya habían empapado el papel y la tinta había comenzado a correrse.

Muchas emociones pasaban por el cuerpo del ojiverde, tristeza, enojo, desesperación, desilusión.

Un quejido salió desde lo más profundo de su garganta y ahí comenzó todo. Aventó lo que estaba a su paso, no importaba si eran cosas valiosas o vidrios, tiro todo.

–SEIS MALDITOS AÑOS PARA QUE SOLO DEJARAS UNA CARTA.– grito entre sollozos para después tirarse al suelo entre los restos de vidrios que había ahí.

Lloro, lloro hasta que no pudo respirar, maldijo tanto a Louisa, nunca pensó que ese sentimiento de resentimiento lo experimentaria en ella.

Horas o minutos después, realmente no sabía cuánto tiempo había pasado, escucho como la puerta de su apartamento se abría.

–¿Lou?– susurro vagamente aún en el suelo y con lágrimas secas en sus ahora pálidas mejillas.

Pero no vio a Louisa, si no a su amigo Gerald, ¿Ya les había hablado de el?
Resulta que Gerald era unos siete años mayor que el pero resultaron encajar muy bien, se conocieron en el 2000, Gerald era un gran soñador con metas muy altas, y vaya que las cumplió.
Tenía su propia banda llamada "My Cheminal Romance" y era reconocido a nivel mundial por su música y sus cómics, Aidan aún no entendía como era su amigo.

–¿Qué fue lo que sucedió, Aidy?– le preguntó suavemente, quitando el cabello que se encontraba en su rostro. Intentó levantarlo y el no puso resistencia.

–S-se fue, Gee. Ella se fue.– le susurro con la voz entrecortada, luego volvió a llorar de nuevo y Gerald lo único que podía hacer era abrazar y consolar a su amigo.

°°°°°°°°

¿Han pasado por un duelo? negación, ira, negociación, depresión y la aceptación, son fases totalmente difíciles y por fin Aidan se encontraba en la última fase después de meses y mucha ayuda psicológica.

Gerald fue como un ángel para el ese día y tal ves los meses después de que Louisa lo abandonará. El fue su sosten, el nunca se fue.

Ahora había cambiado de apartamento y se encontraba viviendo tranquilamente.

Esa tarde veía su computador cuando recibió un correo de Gerald.

De: Gee
"Esto es para ti, espero y te guste, tarde mucho escribiéndola x"

Abajo de eso venia un archivo el cual tenia el titulo "I don't love you", era una canción, le dio en reproducir.






I don't love you || Aidan Gallagher. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora