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Scott asintió con la cabeza y fue hacia la izquierda, el pasillo le llevó a un pequeño garaje, este tenía varias herramientas y en una esquina, había un gran animatronico gigantesco, un oso blanco con detalles morados, parecía desactivado, y tenia su estómago abierto. Scott escuchaba como Fetch ladraba, acercandose con cada paso.

— bien, tengo dos opciones, hay herramientas aquí, suficientes para combatir a ese perro, puedo, meterle una llave inglesa en el ojo...o... no lo sé — decía Scott nervioso.

La tensión aumentaba con el tiempo, tenía que decidir rápido.

— podri esconderme hasta que el perro se vaya, y después salgo y vuelvo a intentar otro camino... ¡¡agh!! No debí escoger el hueso... cierto, fue tu idea — dijo viéndote con algo se enojo.

Scott se sentó en una silla de madera que había había el lugar, recargó su cabeza en sus manos recargadas en sus piernas y dio un profundo suspiro, la aceptación de su muerte después de tanto camino ya le era seguro.

— mi familia... — empezó a decir con una voz cortada — mi esposa... — dijo soltando una lágrima — ¡mis hijos!...

La voz totalmente se le cortó, el llanto llegó con una gran frustración, pasando sus dedos por sus cabellos.

— ya no tengo nada... dime, ¿qué hago?... confiaré en ti por esta quizás última vez...

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Si crees que debe esconderse, ve al apartado "(12)"

Si crees que debe luchar con las herramientas, sigue leyendo este apartado

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Bien, lo intentaré, Scott agarró un hacha que estaba en el lugar, guardó en su cinturón un aparato pequeño de descargas eléctricas, y colocó su saco azul encima del escritorio, se remangó las mangas de su camisa y se preparó con hacha en mano.

Los ladridos de perro sonaban cada vez más cerca, las pisadas metálicas y esas tuercas quebrandose con cada movimiento.

Pero justo cuando ya estaba cerca, el sonido se apagó, un completo silencio inundó la habitación, Scott con duda solo se quedó parado. Después de un rato, Scott empezó a creer que quizás se había librado, tal vez el perro se fue por otro camino.

Scott bajó el hacho, empezó a caminar hacia el pasillo, acercándose cada vez más, y una vez estando justo a unos centímetros de la oscuridad, esos ojos rojos parecieron, y se abalanzaron hacia Scott.

El hacha cayó a su lado, mientras el perro hizo que Scott cayera cayera suelo. Rápidamente Scott sacó el aparato de electricidad, lo acercó al perro y lo activó, este no hizo absolutamente nada contra el can metálico.

El perro como respuesta abrió su hocico y fue directamente a la cara de Scott, este colocó su brazo derecho como protección, pero no impidió que el perro mordiera con sus colmillos su brazo, la sangre empezaba a brotar, y el dolor hacia que Scott colocoara su otra mano en la cara del perro, tratando de que se pudiera safar, pero después volvió a ver el hacha; Scott colocó su pie en el pecho del perro, lo empujó, haciendo que retrocediera.

Extendió su mano hacia el hacha para tratar de atraparla, pero justo en eso el perro saltó sobre él y le mordió el cuello, agarró una gran presión en los dientes sobre el cuello y después lo jaló, quitando parte de la piel y la trabicula, la sangre salpicaba como fuente de los deseos, toda la área se tornaba de un rojo oscuro, a la vez que la cara del canino.

Scott colocó sus manos en su cuello, intentando frenar el sangrado, pero no podía frenar el sangrado, como tampoco frenó su inevitable...

FIN

¡Nueva estrella desbloqueada!

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Atrapado en mi vida Vol. 1 ‐ FNAF - (libro interactivo)Where stories live. Discover now