7.El dinero no es problema para el

1.1K 58 5
                                    

LILY

Me desperté por unos ruidos algo fuertes, hizo que abriera mis ojos. Me fijé que estaba tumbada en una cama muy suave y una corcha blanca, huele super bien.
También me fijé en una camisa blanca de rayas, no llevaba nada debajo.

Pegué un bostezo mientras abría poco a poco mas los ojos, me fijé en la habitación y pude ver a 4 chicos que reconocí muy bien, Thomas, Jack, Marcus, Marco.

Ellos me miraron.

—Eh, buenos días—digo con una sonrisa nerviosa.

—Valla, la bella durmiente ya despertó—habla Thomas.

—¿Qué pasó anoche?—pregunto.

—Pues, Dominic te trajo en vuelta en su camisa, al parecer estabas dormida, nosotros estábamos despiertos viendo todo, es resumen, dormísteis juntos—sonríe Jack.

Me sonrojo.

—Por cierto, ¿qué pasó en los bolos?—pregunta Marco con una mirada pícara.

—N-nada de otro mundo—río nerviosa.

Marco me mira fíjamente y solo levanta las cejas y ríe.

—Vamos, no vamos a decir nada, dilo, no te dejes ningún detalle—dice con emoción Thomas.

—Bueno, solo que baile un poco en la sala VIP, pole dance, y luego me cogió y me tiró a la piscina—paré y sonreí.

—¿Y?, vengaa, no nos dejes a medias—Marcus empieza a hacer un berrinche.

—Bueno, l-lo hicimos en la piscina—digo tímidamente mientras cojo la corcha y me tapo hasta la nariz con una sonrisa.

—Lo sabía, os lo dije que acabarían de esta forma u otra—Thomas da una palmada.

Me reí.

De pronto la puerta de la habitación se abre dejando ver a un Dominic con los pelos revueltos, camiseta blanca de mangas largar remangadas con algunos botones sueltos, eso lo hace lucir muy sexy, y con unos pantalones largos negros.

Estilo empresario, pero muy, muy, sexy.

—¿Terminaste el análisis?—pregunta Dominic con una sonrisa pícara.

Aparto la mirada mientras que Thomas ríe, y los otros tres intentan aguantarse.

—Te traje el desayuno, no te preocupes por las clases, al parecer los profesores tenían hoy una reunión y tenemos el día entero libre, el director dió permiso para andar por la universidad con ropa libre—comentan.

Suspiro y el me entrega el desayuno.

Abro la bolsa y veo un paquete de cinco dorayakis medianos y un batido de chocolate.

—Wow, gracias—le doy una sonrisa.

—Ay Dominic, ¿por qué no nos rajiste el desayuno como ella?, que injusto—se queja Marcus.

—Tenéis piernas y brazos, podéis ir vosotros—dice con frialdad.

Los miro y abro el paquete.

—¿Queréis?—ofrezco.

Ellos me miran con una sonrisa y un brillo en sus ojos.

Cojo cuatro dorayakis y se los doy.

—Eres un ángel Lily—Jack pega un mordisco.

Río.

—Por cierto Lily, anoche no paró de sonar tu móvil, era un tal, Mark Tompson, ¿quién es?—pregunta serio.

Amarrada a MI {+18} Where stories live. Discover now