[6] Mi dulce, dulce sueño

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Vaya forma de arruinar un cumpleaños, enterarte que tu madre leé cosas personales cuando estas desprevenida es una real falta de confianza, todavía se justificaría que fuera menor de edad e hiciera algo malo pero no, tenía veinte años y sólo escribía sus cautivadores sueños.

La tensión en el ambiente se formó en cuestión de segundos, Elizabeth y su madre se mandaban miradas de odio a más no poder ante la presencia de Randall y el señor Pusset.

— No quiero que vuelvas a leer mis manoescritos — exclamó con enojo la joven de cabello claro.

— Entonces no sigas escribiendo barbaridades — atacó la mayor con poca rabia — ¿Enamorarte de un sueño? Elizabeth eso es ridí-

Sus palabras se vieron interrumpidas cuando tres toques en la puerta principal resonaron por toda la casa, captando la atención de los presentes.

Una de las mucamas caminó a la gigantesca puerta y la abrió dejando ver a un apuesto caballero vestido de negro con un pañuelo blanco que cubría su cuello y bien peinado.

Con una postura recta y las manos tras la espalda, lentamente caminó en dirección a donde estaba la cumpleañera bajo la atenta mirada del resto de los invitados debido al porte de elegancia y misterio que desprendía.

Elizabeth sentía como el mundo se le venía encima, el rey de los sueños sonrió de lado al ver lo que había causado, tanto en ella como en el resto.

— Lamento llegar tarde — dijo en cuanto estuvo enfrente de Elizabeth, apartando ligeramente a Randall.

Su voz provocó suspiros en algunas damas que estaban allí atentas a cada movimiento que daba, Elizabeth también amaba su voz pero ya estaba más acostumbrada, sin embargo aún hacía que su cuerpo temblara cada vez que lo escuchaba.

— ¿Quien es usted? — preguntó el señor Pusset analizándolo de los pies a la cabeza ¿Como es que lo intimidaba en su propia casa con su simple presencia?

— Donde están mis modales — se regañó a si mismo pero sin perder su semblante de superioridad — Mi nombre es Morfeo.

— ¿Morfeo? ¿Como el rey de los sueños? — dijo intrigado Randall.

— Correcto — respondió sin dejar de ver a Elizabeth la cuál seguía sin poder formular una palabra — La señorita Elizabeth me invitó.

Las miradas de sus padres y Randall se posaron en la joven la cuál solo atinó a sonreir con los labios cerrados.

El fuerte aplauso que dió su madre hizo que todos dieran un pequeño salto sobre su lugar a excepción de Morfeo.

— Ustedes continúen con la fiesta — habló la Monarca de la casa haciendo que los invitados dejaran de estar al pendiente de su conversación y siguiera bebiendo, charlando y comiendo — Y ustedes — se dirigió a la pareja — Pueden salir si gustan, para que tengan privacidad.

En cuanto se quedaron solos Elizabeth tomó de la mano a Sueño y lo arrastró a los jardines de su casa, Jessamie también lo siguió volando para después posarse en la cabeza de la joven.

Una vez estuvieron fuera y lo bastante alejados como para que ningún curioso los escuchara ella empezó su interrogatorio.

— ¿Que estás haciendo? — fué si primera pregunta pero en cuanto Morfeo abrió la boca para responder no le dio la oportunidad de hacerlo ya que ella continuó preguntando — ¿Como es que estás aquí? ¿Estoy dormida? No recuerdo haberme ido a la cama.

Antes que siguiera parloteando sin cesar Sueño llevó su dedo índice sobre los labios de la chica para evitar que continuara.

— No tienes idea de lo que puedo llegar a hacer — exclamó refiriéndose a los niveles elevados que tenia su poder.

— Aguarda — Elizabeth retiró la mano de Sueño apartando la mirada hacia algún punto de jardín y con el entrecejo fruncido — Me estás diciendo.... Que todo este tiempo... ¿pudimos vernos despiertos? — cuestionó — Eres un...

— Un apuesto caballero que te acompañará durante todo este día — la interrumpió con una sonrisa carismática pero al ver ella hablaba en serio volvió a su seriedad y prosiguió: — Como te lo había dicho, no quiero llegar más allá como para que nos haga daño, a ambos — admitió dejando ver un poco de su vulnerabilidad.

— ¿Pero, entonces por qué sigues viniendo? Creo que ya deberías saber lo que yo siento por ti — respondió levantando su mano derecha para llevarla al rostro del eterno y acariciar su mejilla con suavidad.

— Lo sé, pero es que simplemente no puedo evitar querer estar contigo.

— Oh mi dulce, dulce sueño — exclamó dibujando una gigante sonrisa sobre sus labios.

De puntitas, se acercó a su rostro dispuesta a volver a unir sus labios como en aquel beso y al ver que Sueño no se esforzó para apartarse solo le dieron alas a su amor.

Cuando ya estaban a unos centímetros de distancia Jessamy canturreó haciendo reír a Morfeo.

— Ella dice que primero quiere darte su regalo — susurró sin apartar la mirada de los labios de la joven, aún con la corta distancia entre ellos.

Elizabeth rio bajo y dio un paso atrás dejando al rey sin su anhelado beso.

— ¿Y cuál es? — preguntó gentil extendiendo su brazo para que el cuervo se posara en el.

Jessamy se sacudió unos breves segundos para que después se cayera una de sus plumas de blanco y negro.

— Para que continúes escribiendo tus sueños — habló Morfeo.

— Gracias — ella sonrió agradecida y tomó la pluma con delicadeza — Lo atesoraré por siempre.

Sueño no pudo evitar bajar la mirada al pensar que ese "por siempre" para los humanos solo constaba de un vida, no era literal pero no quería amargar su día especial así que tomó con ambas manos el rostro de Elizabeth y la acercó para besarla.


































N/A: el vídeo de música añadido lo hice yo, si gustan pueden verlo gracias💐

✔ 𝗥𝗢𝗠𝗔𝗡𝗧𝗜𝗖 𝗗𝗥𝗘𝗔𝗠𝗦 ━━━━ The SandmanWhere stories live. Discover now