Mermais

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La superficie y todo lo que la rodeaba era algo que a muchos les aterraba, eso era algo que todas las criaturas del oceano podian compartir, sirenas, tritones, todo tipo de animal que habitara ahí, todos lo sabían, la superficie es peligrosa.

Pues esa era la tierra de seres completamente diferentes a ellos, seres que caminaban con eso que llamas patas, posando ese suelo. Poseedores de naves enormes y aterradoras que arrazan con todo sobre el agua, con la capacidad de vivir afuera del agua con solo el viento, eran monstruos, o bueno, eso era lo que siempre le habían contado desde que era una niña.
Y aunque si podía sentir una pequeña fascinación y duda sobre lo que hay allí, sobre los seres de la superficie y de los humanos, jamás llegó al punto de querer saber más de la cuentan, tampoco estaba desesperada.

Aunque ella sí se había acercado hacia ya varios años.

Para Fuyumi, la superficie era otro lugar que pese a ser peligroso era interesante, era como ir a otros mares, un nuevo mundo lleno de cosas interesantes, y lo que tenía ese mundo de interesante era sin lugar a dudas, los humanos, pese a que de pequeña se le prohibió el hacercarse de más, lo habia hecho y había conocido a un humano.

Fue hacia varios años, cuando todavia era una joven sirena adolescente, lo que podía recordar era que fue en un invierno, se había hacercado de más a la orilla de la playa y terminó en una red de pescar y cuando pensó que seguramente moriría, un niño humano con desordenado cabello rubio dorado se hacerco a ella a ayudarla cortando las sogas y liberándola. Después de eso se alejó. Desde ese día y por lo que seguía de esa temporada iba prácticamente todos los días hacia esa zona, con la intención de ver, aunque sea desde lejos a aquel niño cosa que nunca pudo ver.

Ya habían pasado más de diez años desde ese encuentro y nunca se había repetido ni vuelto a ver.
Ahora con ella siendo ya una Sirena adulta trata de olvidar esa fase y vivencia suya.
Hizo de su vida normal, crecio, empezó a trabajar (sí, las sirenas trabajaban) en una guardería e incluso llegó a casarse con un viejo amigo suyo, hizo una vida normal y tranquia tal y como debería ser.
No tenía quejas, vivía felíz y tranquila.

-Tanta tranquilidad aburre aveces-.
Murmuraba mientras nadaba sobre las piedras sumergidas de un acantilado del lugar, no buscaba nada, ella solo disfrutaba el ir por esas zonas.
Estaba en sus pensamientos tranquila hasta que la sensación del agua agitandose la alteró, al voltear vio como un cuerpo humano se iba uniendo a gran velocidad,- Mierda.

Se hacercó a gran velocidad rodeando el cuerpo, viendolo con detenimiento.
-Me arrepentíre después de hacer esto.

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-No puedo creer que lo hice, ay dioses sí lo hice,- Decía una y otra vez desviando su mirada de un lado a otro, por segundos al mar, por otros a los lados para ver sí no había humanos y por otro al cuerpo desmayado del humano. No tenía que estar mucho tiempo allí, por seguridad tenía que irse pero una parte de dentro de ella le decía que lo vea más, pues casi nunca se podía ver a un humano tan de cerca si no cuando te quieren cazar, viendolo bien no era muy diferente a los de su especie, tenían dos brazos, una cabeza con cara normal, la mitad de su cuerpo era prácticamente igual, solo los diferenciaba la parte inferior.- Ahora que lo veo, es muy hermoso-. Habló en tono bajo. Parecía joven, de no mucho más que su edad (si es que sí ellos vivían más o menos lo mismo que si especie), su cabello era dorado y por culpa del agua estaba pegado sobre su rostro al igual que tenía arena pegada sobre él, un par de marcas en los costados internos de la cara serca de la nariz. Y viendolo bien le parecía muy familiar.

Acercó su mano al rostro, todavía estaba caliente, y respiraba, apenas pero lo hacía, por el momento no se iba a morir.
Alejó su mano pero en lugar de irse, se quedó viendolo y cuando estaba dispuesta a irse, el cuerpo hombre empezó a moverse y a expulsar agua pero antes de que ella pudiera reaccionar e ir al agua fue atrapada por su el agarre de su cola impidiéndole moverse.

-¿Quien sos?.- Preguntó el hombre mientras terminaba de escupir el agua de su interior. La miraba fijamente, clavándole una mirada dorada amarronada-, veo que no sos humana, ¿Sos un monstruo? No, sos una Sirena-. El rubio soltó su cola, liberandola. Fuyumi aprovecho a dar un gran salto hacia el agua.-¿No te sorpende?-. Preguntó.

-¿Debería? Ya se que no estoy loco. Además no es la primera vez que veo a una de tu especie, cuando era un niño vi a una sirena. Me decían que lo había inventado o que lo había soñado, incluso me dijeron que me habían engañado o drogado, ahora se que no-. Dijo levantándose con cuidado reponiendo el equilibrio.

-Lárgate de aca, y no vuelvas a saltar de acantilados.

-Aja aja, claro, nos vemos señorita sirena, fue bueno verte otra vez. Cuidese. Apropósito si nos llegamos a encontrar otra vez, me llamo Keigo, solo por si acaso-. Después de decir el nombre salio corriendo hacia playa adentro, alejándose de la orilla dejando sola a Fuyumi.

-¿Otra vez? ¿Será aquel niño de hace años? ¿Qué cosas estoy pensando? Tengo que volver a casa,- Dio la vuelta y  a gran velocidad empezó a nadar hacia las profundidades donde ella vivia-, aunque me pregunto sí en verdad era el niño de aquel entonces-. Volvió a preguntarse.

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-¡Keigo ahí estas! ¿En donde te metiste maldito? Te estuvimos buscando por todos lados, mírate como estas, pareces que casi moris-. Fue recibido por Rumi, su hermana mayor, con su largo cabello blanco atado en un gran chongo.

-Solo digamos que quise ir a nadar un rato y me perdí en la hora,- No iba a decir que salto intencionalmente-, ¿Los hice preocupar? No tenían que hacerlo.

-Cerra la boca Keigo, que tenemos que irnos,- Lo regañó la mujer de piel morena-, vamos tenemos que irnos.
Nos están esperando.
Pero te sugiero que te vallas a bañar. Estas horrible.

-Lo que diga señora hermana-. Empezó a seguir a la fémina.

-Apropósito ¿Por qué estabas en el agua?-. Preguntó la de pelo blanco.

-Solo quería nadar. Es todo..
Espero que se cuide señorita sirena. Ay quisiera haberle preguntado su nombre. Era muy hermosa-. Pensaba Keigo.

-¡Keigo dejá de divagar y acelera!

-Si si.

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Link del fanart de este capitulo:

https://www.instagram.com/p/CitoVgsuDn9/?igshid=MTA0ZTI1NzA=

Huwumi Week [2022]Where stories live. Discover now