UN TRATO Y POCO AMOR ✔ [ ¡¡EN PAPEL!!]

POV; cap. 3

ANTES QUE NADA

Mil disculpas por tanto retraso. Comprenderé si he perdido gente o que me tengáis hasta manía. Entre que el verano trabajé, sin tiempo o motivación para escribir, luego estuve de mudanza y he necesitado un relax mental por el bloqueo, ya me diréis... Y no precisamente ha sido sencilla la mudanza. Luego, cuando trabajaba en el POV la lie y se me mezclaron archivos. ¿no será mi nombre Murphy? Bueno, el caso es que estoy de vuelta, aunque despacio. Estoy motivada, pero trabajo en tres proyectos, por lo que escribo, corrijo y actualizo tanto como puedo. Es cierto que  ahora estoy de vacaciones, pero tras trabajar seis meses sin parar esas vacaciones requieren de un "no quiero hacer una mierda". Así que, como comprenderéis, han habido días de no escribir porque literalmente me he quedado tirada en el sofá todo el día y lo he necesitado. 

He ido informando, como siempre, por instagram. Siempre aviso que es la forma más segura de obtener información sobre ello. (@/neddnisa).

Tengo ya varios caps del POV, pero están en revisión y corrección.  Además, ya sabéis que me gusta dejaros con intriga siempre, soooooo. He de hacer unos arreglillos. 

Sin más dilación, capítulo nuevo del POV de Alarick. Y MUY pronto el siguiente. 

PD: Y el lanzamiento de MIDNIGHTS está ayudando mucho a escribir y estoy en bucle oyéndolo. Viva Taylor Swift.

¿Cuál es vuestra canción favorita? 

—

—¿Nedra? —dije en un impulso, pero rápidamente me recompuse.

Ella miró de reojo y rápidamente volvió a hacerlo, esta vez sorprendida.

—¿Tú? —me miró extrañada—. Hey.

¿Se acordaba de mí?

Me echó un vistazo rápido, poco sutil, y de mala gana, sin pretenderlo, y me causó gracia su poca discreción. Sin duda, su personalidad, su forma de ser y moverse me resultaba curiosa.

—¿Interrumpo... algo? —dije.

Sentí su vergüenza por mi pregunta y no lo comprendí.

—Sí —admitió—, ¿y tú? ¿Has quedado aquí con... cómo era, Beck?

Vaya, se acordaba de ella.

—No —negué, bajando la cabeza y ahogando una risa—. Ella no vendrá.

—Oh, ¿tenía planes? —preguntó y se dispuso a beber.

¿Le incomodaba yo?

—No. Lo hemos dejado —solté y ella se atragantó.

No pude evitar reírme. Realmente era una chica muy peculiar y poco habitual de ver. Al menos en mi entorno habitual.

—¿Qué? —me miró, atónita.

—Tranquila —intenté calmarla—. Fue poco después de nuestro curioso... encuentro.

Ella frunció el ceño.

—Lo siento —dijo—. Parecíais felices. Y ella una buena chica.

Enarqué una ceja por el modo en que acababa de mentir. Definitivamente mentir no era lo suyo porque no le gustaba. Aunque yo era muy observador para ello y desde que la conocí la otra vez me percaté de que cuando está incómoda, su ceño se arruga de un modo curioso, apenas notorio si no te fijas. Y no había podido olvidar su rostro en todo este tiempo.