Era ella.

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Lloró, lloró demasiado y sintió que era fea, sintió que el oxígeno la ahogaba. Fue débil, tan débil que no se pudo contener y sintió que el alma le caía al suelo, y que su casa se destruiría, y que sus sueños se deshacían, y que era fea. Era luz, era oscuridad, era llanto, era riza, ya no era nada. Su sonrisa no era más que un pintalabios, sus ojos cristales y su corazón de piedra. Y sus sueños eran absurdos, retazos de lo que antes eran y supo que no era nada, o sí, era la oscuridad completa, los fantasmas, las tinieblas, era un campo descolorido. Y supo de una vez por todas que era fea. Era piedra calcinada, era luz apagada, era un sueño roto, era un mago sin barita, un doctor sin manos, un oculista sin ojos, un cantante sin voz, era nada, nada era. Era un cuadro sin colores, un mar sin peces, un diluvio de arena. Era nada, era todo, era todo, era ella.

Pensamientos del alma ©Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin