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—¡En el nombre del cielo, os pido posada! Dahyun torció sus ojos al escuchar un coro, y se levantó de su cama preparándose para insultar a cualquier estúpido que se haya atrevido a cantar eso, y sus ganas aumentaron al ver a la castaña ebria.

-Apenas es octubre.

-¡No seas inhumana!-Y llevó sus manos a su rostro. ¡Deja que Nayeon duerma en tu casa!

-¿Quiénes son ellos, Nayeon?

-Te haré una presentación rápida, ¿Si?—La rubia asintió, se apoyó en la puerta, y cruzó sus brazos.- Él es TaeYong, él es DongHae, él es KiBum, ella es HaSeul, y ella es... ¡Ah, sólo somos cinco! -Y todos rieron acercándose para reír maníacamente al comentario de la menor.

-Ah, hola.-Los otro cuatro saludaron. ¿Saben volver a su casa?

-¿Dónde estoy? Puedo jurar que estaba en un bar.- Dijo el chico de pelo azul viendo a las otras, pero volvieron a reír.—¿¡Dónde está Sana?!

-¿Qué pasó con Sana?

-En 24 horas me va a perdonar.—Nayeon rió abrazando a la menor, y acercó su nariz al cuello de la más bajita.-Hueles a fresitas, pero prefiero el olor a cerezitas de mi novia.

—¿Qué le hiciste a Sana?—Dijo viéndole. -Y dejaré que tus amigos borrachotes se queden hoy, no confío mucho en que cada uno vuelva a su casa.

-¡Eres una buena alma, Dahyun!-Los otro cuatro se metieron a la casa riendo.

-¿Qué le hiciste a Sana, Im Nayeon?

-Le grité, es sólo que mi papá volvió y le dejé quedarse en mi casa pero me robó todo, tuve una crisis en mi depa y Sanita quiso apoyarme, pero le grité que se fuera, jeje.—Rió de nuevo, pero volvió a llorar en el hombro de la menor. —Le grité al amor de mi vida, no sabes cómo todo en mi se rompió al verla con sus ojitos llorosos y su barbilla temblar, su mirar asustada, Dios, Dahyun, me siento la idiota más grande del mundo.

-¿Tu papá hizo qué?

-No murió, fingió su muerte, mañana le pongo una denuncia al hijo de perra.-Volvió a ponerse furiosa al recordarlo, pero de nuevo volvió a llorar.-Y Sana tan buena alma me apoyó aunque me dijo que no debía ayudarlo, y yo cómo idiota le grité, me odio tanto.

-Pe-

-Hay una gran diferencia entre ser autoritaria de manera sexual y otra es ser violenta- Se sentó en la tina que la menor le sentó, y notó lo comprensiva que era.

-Lo siento tanto...-Le empujó levemente y Nayeon alzó su ceja.—Recibirás tu premio de ser la idiota más grande del mundo.- Y agua congelada comenzó a caer, haciendo gritar a Nayeon.

-¿¡Qué te pasa, Dahyun?!

-¡Te ves patética! Debiste ir a hablar con Sana para hacerle saber cómo te sientes y hablar sobre eso, no irte a un bar...

-Pero hice muy buenos amigos.-Movió su
cabeza para secarse, y luego frunció su ceño.

-Amo el agua fría, préndela de nuevo.

-No, es un castigo, iré a hacerte un café horriblemente negro y sin azúcar para que estés menos borracha.-Y Nayeon hizo un puchero.

Extrañaba a Sana, pero no de una manera en la que quería estar todo el día con ella porque no era así, sabía que no siempre iba a estar pegada a su novia, pero extrañaba el modo en que sabía que Sana confiaba en ella y se sentía segura, llevó sus manos a su rostro, decepcionada de si misma, y se quejó. Recordó el rostro asustado de Sana, sus ojos llenos de miedo, y de nuevo se sintió estúpida. La mayor lo único que quiso hacer fue el apoyarla y Nayeon sólo estaba hundida en su furia. Tal vez ella se entendía, sabía que era un momento difícil, pero no era razón para gritarle a su omega, sólo por eso. No debía descargar su furia en nadie porque nadie más que ella era culpable. Suspiró, prendió la regadera, y dejó que el agua fría recorriera su cuerpo para mantenerse despierta a altas horas de la madrugada.

-Volví.-Le mostró ropa, ropa que tenía Nayeon por las veces que había dormido ahí, y la otra sólo suspiró de nuevo.-Tienen que hablar, ¿Sabes?

-Sí, eso haremos en 24 horas. -Comenzó a desvestirse frente a la omega, que sólo la veía con el ceño fruncido.-Crucé la raya, Dahyun.

-Ok, está bien, lo hiciste, sabes que te sientes mal y que no lo volverás a hacer, ya pasó.

-Es sólo que no, no pasó... yo tengo que

-Liberar tu estrés, cariño, estás inundada en el, hace meses no te veo tan preocupada porque lo liberabas de una manera sana y esa forma era...-Dejó que la mayor finalizara la frase, y la señaló, pero Nayeon sólo frunció su ceño.

-Sexo.

-¿Hace cuánto no tienes sexo?

-Desde que Sana está embarazada.

-¿Te da-

-Me da miedo, ¿Y si lastimo a Sana? ¿A nuestro bebé?

Pero la pequeña rubia sólo torció sus ojos.

-Literal has tenido más relaciones sexuales que días en el año con Sana, ¿Crees que la lastimarás? Y aparte, lastimar al bebé es científicamente imposible, no puede pasar eso.-Nayeon asintió.-Aparte, ¿Que no bailabas? Ibas a ese centro...

-¡Ah! ¡Sí, ahí! Dejé de ir desde que pasó lo de Jeongyeon y el baile fue remplazado por el sexo, creo que fue eso.-Dahyun asintió.

-¿Y si vuelves?-Los ojos de la castaña se iluminaron a medida que la menor hablaba, y luego sonrió.-Digo, te hacía muy feliz.

-¡Sí!

-Entonces, duermes, en unas horas vas a poner una denuncia a Jin-young, ve a ver qué pasó con tu depa, y vas al centro de baile para ver si te siguen aceptando, ¿No?

-Eres la mejor amiga, Kim Dahyun.

-Lo sé, cariño, aunque ni me hables por meses.- La miró fijamente a los ojos.- Me vuelves a dejar de hablar y yo misma me encargo de hacerle daño a mini Nayeonsito.

-¡El nombre ya es diminutivo, no hace falta el mini!

—¿Ah, si?—La castaña asintió, pero Dahyun rió amargamente.-Mini Nayeonsito. La mayor torció sus ojos e hizo un puchero.-Súper mini Nayeonsito.

Y la castaña sólo fingió llanto, acostándose en el suelo-. ¡No le digas así!

Pero Dahyun sólo volvió a torcer sus ojos.

Little Bunny~ SaNayeonWhere stories live. Discover now