Quizás estaba pausando su vida y esperando por aquella esperanza que le dió a su corazón aquel extraño, sin saber que cada día que pasaba era un tormento para ella, cada gota en lágrima derramada era como volver a sentir la sangre escurriendo por sus muñecas. Estaba pérdida, mirando al vacío por respuesta, más no la hallaba, los días pasaban y el anelo volvía.
Ella nunca se había sentido pérdida por alguien y se odio por ello, se odió por permitir que esa persona le afectara tanto, por insistir tanto, por todavía tener una esperanza en el....
